miércoles, 27 de diciembre de 2017

1952

Cuadros de Mª Asunción Fernández Soria (1952)







Publicado en la Revista Fitero-82








martes, 5 de diciembre de 2017

Fitero 1952




FELIZ NAVIDAD 2017
Y
PRÓSPERO 2018


1952
Vídeo de José Luis Pérez

Texto de: Fernando Aznar Pérez 
"1952  - 65 tacos"

 
Pequeño obsequio de Mª Asunción Fernández a todos los nacidos 
y todas las nacidas en Fitero en 1952


1952  - 65 tacos
Nos hemos reunido aquí los nacidos el año 1952 y acompañantes, por nuestro vínculo o relación con Fitero, para celebrar el haber podido llegar a los 65 años de estancia en el mundo de los vivos.

Cuando era más joven, cuando todos éramos jóvenes, me llamaba la atención lo viejas y gastadas que estaban las personas mayores de la misma edad que ahora tenemos nosotros. Tenía la impresión de que la mayoría no estaban para nada, y que se conformaban con vivir esperando a la muerte en lo apacible de nuestro pueblo. Sin embargo os miro, me miro a mi mismo, y no se me despierta para nada el recuerdo de aquellos ancianos si no es para reparar en que nosotros, a la misma edad, estamos mucho mejor. La mejora en los medios de producción y la utilización generalizada de maquinaria ha permitido a nuestra generación no llegar a esta edad tan gastados como nuestros ancestros. Afortunadamente, hoy día hacerse mayor permite, en términos generales, vivir mas y con mejor salud que la que tuvieron nuestros padres y abuelos. Junto a la mejora en las condiciones de vida, en la alimentación, está los programas de detección precoz de enfermedades, revisiones médicas periódicas, las campañas de información y concienciación ciudadanas, vigilancia y control de los productos alimenticios, etc., recursos habituales en nuestras sociedades avanzadas que nos han permitido alcanzar una media de vida que hace unos años nos hubiera parecido imposible.  Nosotros hemos envejecido de otra manera. Hemos envejecido mejor. ¡Vamos!, que cuando nuestros padres y abuelos casi no podían moverse, nosotros podemos contarlo y muy bien, en general.

Es verdad que tenemos que aceptar cambios y limitaciones, pero también estamos en condiciones de seguir viviendo de forma activa y saludable. Tenemos posibilidades es viajar, practicar algún deporte, aunque solo sea andar… –  subir a la Atalaya, un paseo por Roscas, las Desillas y el Combrero; subir y bajar al Baño, bajar y subir a Cintruénigo por “el camino la Huerta”. En esto nuestro pueblo ofrece una gran variedad.

Otra cuestión que no se puede dejar de tener en cuenta es la de conocernos mejor. A esto le hemos dedicado poco tiempo desde que nos hicimos mayores. Cierto es que cuando éramos niños hacíamos mucha vida en común, lo que permitía que llegáramos a conocernos bien y a disfrutar de la vida juntos. ¡Con lo que gozábamos juntos cuando éramos críos! «Los tres navíos», «el marro», «tártaros y mongoles», «churritaina, media-manga y mangotón», «un vaquero», ¡eh, José Miguel! Bien es verdad que, como decía el cómico, entonces era “los niños con los niños y las niñas con las niñas”.

Pero el ser humano cambia, es diferente en cada uno de los periodos de vida que le toca recorrer. Y al hacernos diferentes conforme cumplimos años, olvidamos aquellas relaciones infantiles y juveniles, en definitiva, dejamos de conocernos. Pasamos a tener otras obligaciones, otras expectativas que ocupaban la mayor parte de nuestro tiempo. De estas carencias nos damos cuenta  demasiado tarde. Por eso, bienvenidas sean estas reuniones como la de hoy. Estaría bien hacer alguna más a lo largo del año. O repetir esta todos los años. No sé. Estaría bien hacer algo más para retomar esa complicidad entre nosotros que tuvimos cuando éramos niños. ¡No lo dejemos para más adelante! Estoy pensando en excursiones, charlas y debates, cursillos de formación, talleres de prácticas, de música, etc. Tal vez estaría bien crear una organización, un grupo, para estructurar las mencionadas actividades. Habría que pensarlo.

O simplemente, si os encontráis con alguno de nosotros cualquier día en la calle, pararos a hablar. Entablad una conversación. La salud, los hijos y nietos. Aprovechemos para conocernos de nuevo un poco más.


Entre tanto, quedad con Dios. Ah!, y con la Virgen de la Barda.