María Bayo II



 MARÍA BAYO

1983-2014

María Bayo, nacida en Fitero (Navarra), en una casa a muy pocos metros del majestuoso Monasterio Cisterciense de Fitero -primera implantación del Císter en España- es una de las personas más relevantes del siglo XX y XXI de su pueblo. 

En esta página recogemos algunos de los artículos de prensa (1983-2014) en los que se ha abordado la trayectoria artística de esta fiterana de nacimiento y vocación. 


María Bayo con el maestro José María Viscasillas

Diario de Navarra, 20 de diciembre de 1983


11 de agosto de 1984


Diario de Navarra, 24 de agosto de 1986


Diario de Navarra, 29 de agosto de 1986


Diario de Navarra, 28 de septiembre de 1986


Diario de Navarra, 19 de abril de 1987



Diario de Navarra, 28 de agosto de 1987



Diario de Navarra, 31 de agosto de 1987



Diario de Navarra, 11 de septiembre de 1987



                                                                   Diario de Navarra, 29 de julio de 1988


Diario de Navarra, 28 de agosto de 1988







Diario de Navarra, 1 de agosto de 1989





Diario de Navarra, 3 de enero de 1990


Diario de Navarra, 3 de enero de 1990



Diario de Navarra, 3 de enero de 1990




ABC, 6 de abril de 1990




El País, 7 de abril de 1990



Diario de Navarra, 17 de abril de 1990




El País, 26 de junio de 1990





Diario de Navarra, 20 de marzo de 1991



ABC, 13 de abril de 1991



El País, 13 de abril de 1991


El País, 6 de junio de 1991



El País, 6 de junio de 1991



El País, 26 de junio de 1991





Navarra, Hoy, 29 de agosto de 1991


El País, 20 de septiembre de 1991




ABC, 20 de septiembre de 1991




ABC, 20 de septiembre de 1991




El País, 20 de septiembre de 1991


Diario de Navarra, 23 de septiembre de 1991




Diario de Navarra, 9 de octubre de 1991




Diario de Navarra, 21 de enero de 1992



Diario de Navarra, 21 de enero de 1992






El País, 25 de enero de 1992



ABC, 25 de enero de 1992


Diario de Navarra, 26 de enero de 1992




ABC, 14 de marzo de 1992




El País, 15 de marzo de 1992



El País, 5 de abril de 1992



El País, 8 de abril de 1992




Diario de Navarra, 10 de mayo de 1992





El País, 7 de octubre de 1992




Diario de Navarra, 21 de diciembre de 1992



Diario de Navarra, 5 de febrero de 1993


Diario de Navarra, 15 de junio de 1993





Diario de Navarra, 22 de septiembre de 1993

                                            Diario de Navarra, 14 de octubre de 1993


Diario de Navarra, 22 de octubre de 1993



El País, 23 de octubre de 1993


El País, 26 de diciembre de 1993


Diario de Navarra, 9 de febrero de 1994



Diario de Navarra, 16 de febrero de 1994



Diario de Navarra, 1 de marzo de 1994


Diario de Navarra, 16 de marzo de 1994


El País, 26 de junio de 1994



Diario de Navarra, 24 de noviembre de 1994



El País, 8 de diciembre de 1994



Diario de Noticias, 29 de enero de 1995



Diario de Navarra, 17 de marzo de 1995


Diario de Navarra, 5 de abril de 1995




Diario de Navarra, 4 de junio de 1995



Diario de Navarra, 30 de Noviembre de 1995


Diario de Navarra, 10 de enero de 1996

Diario de Navarra, 6 de abril de 1996


Diario de Navarra, 6 de abril de 1996


Diario de Navarra, 1 de mayo de 1996



El País, 30 de noviembre de 1996



Diario de Navarra, 29 de diciembre de 1996


Diario de Navarra, 29 de diciembre de 1996


El País, 2 de septiembre de 1997




El País, 27 de diciembre de 1997



El País, 4 de enero de 1998



El País, 11 de febrero de 1998


El País, 28 de febrero de 1998





El País, 16 de mayo de 1998


Diario de Navarra, 29 de julio de 1998


Diario de Navarra, 30 de julio de 1998




El País, 26 de julio de 1998




Diario de Navarra, 27 de julio de 1998



El País, 2 de agosto de 1998



El País, 12 de agosto de 1998





El Mundo, 14 de agosto de 1998



El País, 16 de agosto de 1998



El País, 17 de agosto de 1998





Diario de Navarra, 14 de noviembre de 1998



Diario de Navarra, 21 de noviembre de 1998



Diario de Navarra, 1 de diciembre de 1998



El País, 12 de diciembre de 1998





Revista Fitero-99




El País, 2 de octubre de 1999


El País, 9 de octubre de 1999


El País, 4 de noviembre de 1999





El País, 1 de febrero de 2000


Diario de Navarra, 2 de febrero de 2000


El País, 10 de mayo de 2000




El País, 6 de agosto de 2000


El País, 1 de octubre de 2000

El País, 31 de mayo de 2001




El País, 23 de agosto de 2001





El País, 8 de octubre de 2001






El País


El País, 7 de enero de 2002


El País, 14 de enero de 2002


El País, 17 de agosto de 2002





                                    Monasterio de Fitero, 15 de diciembre de 2002


 

LA BAYO CANTÓ EN FITERO

Por Jesús Bozal Alfaro

Fitero-2003 

Había quien se preguntaba si Fitero, su villa natal (su abuelo, Raimundo Bayo, fue el primer Presidente de la Bodega Cooperativa San Raimundo Abad), entendía/apreciaba el arte de su paisana, la soprano María Bayo. Ella sabía que sí. Nosotros, los fiteranos, también. ¿Cómo no íbamos a entenderlo y apreciarlo si su voz forma parte de nuestra cultura contemporánea? ¿Cómo un pueblo culto como el de Fitero, heredero de una tradición sembrada de grandes momentos históricos; cuna de grandes personajes con impronta en los campos del arte, la literatura, la política, la música,...podía no valorar su trabajo y su categoría? Sólo necesitaba poder manifestarlo públicamente, como así ocurrió, en una noche mágica, la del domingo, 15 de diciembre de 2002, en su Iglesia/Monasterio.

A veces, desgraciadamente, todavía quedan quienes creen que las manifestaciones culturales son propias de las grandes urbes; de los grandes centros culturales: París, New-York, Madrid, Londres, Pekín,... No quieren reconocer, seguramente, que el disfrute del arte – musical, en este caso – trasciende, evidentemente, cualquier frontera y solo recoge en su memoria los lugares – Fitero, en este caso - y los momentos en que se celebran.

 

A María Bayo,

por su elegancia.

Puisque vous nous régalez

de votre voix angélique,

les jours de fête, à l´église,

permettez-moi de fêter

vos dix-huit ans fleurissants,

vous offrant ces humbles vers,

que je voudrais si inspirés

que les sonnets de Ronsard.

Le 28 mai 1976

Manuel G. Sesma

 

Todo había comenzado quince días antes, cuando, en apenas una mañana, se agotaron las ochocientas localidades puestas a la venta para “los del pueblo”. El llenazo solemne, ordenado, confirmó la aspiración de este recinto a convertirse en próxima sede de los Festivales de Navarra. Luego vino ese silencio monacal, tantas veces sentido en aquella abacial, que permite escuchar el fraseo cristalino de la soprano, sus registros vocales más finos, los tonos más agudos, recorriendo, como el murciélago de antaño, las naves grandiosas del monumento cisterciense fiterano.

El arte vocal de la soprano fiterana/universal, fruto de un esfuerzo consentido, una dedicación permanente, una pasión “fatal” por la música y por la interpretación bien hecha, puso el resto.

El Concierto, en su conjunto (Orquesta y Solista), fue pura música: derroche de exigencia, sentimientos y emociones, sensibilidad, cultura y arte. Sólo cuando se ama tanto algo se puede conseguir que el público, el Gran Público de Fitero, y los/las ausentes, se transformen en “cómplices”, en actores de pleno derecho, de un acontecimiento cultural e histórico, que debería repetirse, en ese mismo marco, más a menudo.

Arriba, en lo alto, la luz blanca que iluminaba la bóveda del transepto parecía un enorme ventanal al que estaban asomados los fiteranos y las fiteranas de todos los tiempos. Ella, “la voz capaz de toda sensibilidad y seducción hechicera”, la fiterana universal, cantaba sobre todo pare ellos/ellas, apurando su voz para llegar con nitidez hasta La Atalaya, a cuyas faldas duermen el sueño eterno. Al recordarla, al recordarlos, la “voz estremecedora, tierna, turbadora, ...", ya sólo pudo cantar, pues la emoción le llevó a confesar: “No puedo hablar.”

El marco de la Iglesia/Monasterio, en el que nos hemos bautizado tantos, escenario de tantas emociones compartidas (dolor, alegría, esperanza y oración), pasará a la historia como uno de los escenarios en los que, un 15 de diciembre de 2002, sólo la música fue capaz de triunfar sobre la emoción sincera y desgarrada de una de las sopranos – fiterana de nacimiento y de corazón - más importantes de nuestro tiempo.

El acto final de la entrega del título de Hija Predilecta de Fitero, concedido por su Ayuntamiento, en nombre de todo el pueblo, puso el broche de oro a un Concierto que acabó con las ovaciones, prolongadas y repetidas, nunca jamás oídas hasta esos momentos en el Monasterio de Fitero. Eran el homenaje sincero a un trabajo profesional de largo recorrido, con el que todos los fiteranos nos sentimos identificados.

La Orquesta Santa Cecilia, que se merecería comentario aparte, estuvo a la altura de la soprano y del marco – su Monasterio - que Fitero mima y protege orgulloso.

Así vimos, vivimos y sentimos nosotros, como fiteranos, un Concierto en el que la música y la emoción se dieron una cita verdaderamente histórica.


                                                        El País, 22 de octubre de 2003



El País, 1 de noviembre de 2003




Diario de Navarra, 1 de noviembre de 2003


Diario de Navarra, 31 de diciembre de 2003

El País, 13 de febrero de 2004





Diario de Navarra, 28 de agosto de 2004 



Diario de Navarra, 29 de agosto de 2004


El País, 20 de septiembre de 2004


El País, 20 de diciembre de 2004




El País, 15 de enero de 2005




Diario Vasco, 24 de abril de 2005



El País, 1 de octubre de 2005




El País, 13 de diciembre de 2005



El País, 15 de diciembre de 2005





El País, 15 de diciembre de 2005


                                                            El País, 11 de marzo de 2006



El País, 8 de agosto de 2006

“Volver a Fitero es algo más personal. Son lazos afectivos y momentos muy emotivos dentro de una carrera que no se repiten en otro tipo de conciertos.

El concierto con el público es especial porque no se puede obviar que mi infancia ha transcurrido en estas calles. Conozco este Monasterio y cada piedra de este lugar y además la emotividad se ha incrementado ahora que falta mi madre.”

Diario de Noticias, 20 de agosto 2004




Diario de Navarra, 21 de agosto de 2006

Museo María Bayo

Escribíamos el año pasado que había llegado el tiempo de que Fitero se dotara de un Museo dedicado íntegramente a la figura de MARÍA BAYO, nuestro personaje más destacado del siglo XX y de lo que llevamos de siglo XXI. Su trayectoria musical de tantos años constituyen un patrimonio universal que Fitero debería de mostrar al mundo en un espacio exclusivo y abierto. Sitios no le faltan. Sería una nueva carta de presentación para un pueblo que atesora, además, bienes culturales y naturales de una extraordinaria categoría: el Monasterio y uno de los espacios naturales más importantes de Navarra. La apuesta por este Museo, cuya idea saluda favorablemente en esta Revista el mismo Presidente de nuestra Comunidad Foral,  D. Miguel Sanz, podría suponer un escaparate decisivo para un pueblo que lo tiene casi todo. 

Editorial. Revista Fitero-2006




Diario de Navarra, 19 de septiembre de 2006




Heraldo de Soria, 20 de septiembre de 2006




Monasterio de Fitero, 18 de agosto de 2007


Diario de Navarra, 18 de agosto de 2007

Heraldo de Soria, 1 de diciembre de 2009



Diario de Soria, 23 de septiembre de 2009



Heraldo de Soria, 18 de septiembre de 2009


Heraldo de Soria, 18 de septiembre de 2009







Heraldo de Soria, 23 de septiembre de 2009



María Bayo,

Premio de Humanidades 2011 (Eusko-Ikaskuntza)

Jesús Bozal Alfaro

Según leemos en su página web, la Sociedad de Estudios Vascos (Eusko Ikaskuntza) es una Entidad científico-cultural, de carácter privado, fundada en 1918 por las Diputaciones Forales de Álava, Bizkaia, Guipúzcoa y Navarra, como instrumento estable y permanente para el desarrollo de la cultura vasca. Y, como valores, dicha institución proclama: “Amor a Vasconia, multicultural y solidaria; compromiso con la ciencia y la cultura; pluralidad ideológica; respeto y diálogo; innovación y progreso; respaldo al euskara.”

Pues bien, esta Institución ha otorgado a María Bayo, nuestra paisana más universal, su premio de Humanidades 2011, en reconocimiento a “su trayectoria artística y cultural y su valía humana, así como la universalidad de su labor” que “integra de manera admirable sus raíces navarras, así como la pasión por la música y su profesión.” El jurado valoró así mismo “su presencia en los escenarios más importantes del mundo.” “Es destacable –prosigue el texto del acta del premio- su labor de recuperación del patrimonio musical, desde la producción de zarzuelas barrocas y clásicas del siglo XVIII hasta el género chico de los siglos XIX y XX. También ha invertido esfuerzos en divulgar la canción de concierto; dentro de esta labor ha paseado y grabado canciones en euskera sobre textos de Arambarri, Guridi, Canteloube, etc. Ha actuado en campañas de sensibilización sobre la situación de las mujeres en el Tercer Mundo y, más concretamente, en la India de la mano de UNICEF.”

Es indudable que una persona que atesora estas cualidades –importantes todas- se hace merecedora no solo a este premio sino a todos los que, con la misma justificación, le otorguen en adelante.

Cabría recordar que María Bayo, a la que esperamos pronto en la abacial fiterana, es Premio “Príncipe de Viana” 2002 (presidió el Jurado correspondiente al año 2010), otorgado por el Gobierno de Navarra; Premio Nacional de Música 2009, otorgado por el Gobierno de España; y miembro de la Academia de las Ciencias, Artes y Letras del País Vasco, cuya ceremonia de ingreso tuvo lugar en el Palacio abadía de Hendaya.

 



 








María Bayo,

Premio de Humanidades 2011 (Eusko-Ikaskuntza)

Jesús Bozal Alfaro

Según leemos en su página web, la Sociedad de Estudios Vascos (Eusko Ikaskuntza) es una Entidad científico-cultural, de carácter privado, fundada en 1918 por las Diputaciones Forales de Álava, Bizkaia, Guipúzcoa y Navarra, como instrumento estable y permanente para el desarrollo de la cultura vasca. Y, como valores, dicha institución proclama: “Amor a Vasconia, multicultural y solidaria; compromiso con la ciencia y la cultura; pluralidad ideológica; respeto y diálogo; innovación y progreso; respaldo al euskara.”

Pues bien, esta Institución ha otorgado a María Bayo, nuestra paisana más universal, su premio de Humanidades 2011, en reconocimiento a “su trayectoria artística y cultural y su valía humana, así como la universalidad de su labor” que “integra de manera admirable sus raíces navarras, así como la pasión por la música y su profesión.” El jurado valoró así mismo “su presencia en los escenarios más importantes del mundo.” “Es destacable –prosigue el texto del acta del premio- su labor de recuperación del patrimonio musical, desde la producción de zarzuelas barrocas y clásicas del siglo XVIII hasta el género chico de los siglos XIX y XX. También ha invertido esfuerzos en divulgar la canción de concierto; dentro de esta labor ha paseado y grabado canciones en euskera sobre textos de Arambarri, Guridi, Canteloube, etc. Ha actuado en campañas de sensibilización sobre la situación de las mujeres en el Tercer Mundo y, más concretamente, en la India de la mano de UNICEF.”

Es indudable que una persona que atesora estas cualidades –importantes todas- se hace merecedora no solo a este premio sino a todos los que, con la misma justificación, le otorguen en adelante.

Cabría recordar que María Bayo, a la que esperamos pronto en la abacial fitrana, es Premio “Príncipe de Viana” 2002 (presidió el Jurado correspondiente al año 2010), otorgado por el Gobierno de Navarra; Premio Nacional de Música 2009, otorgado por el Gobierno de España; y miembro de la Academia de las Ciencias, Artes y Letras del País Vasco, cuya ceremonia de ingreso tuvo lugar en el Palacio abadía de Hendaya.

Premio “Traetta” 2014

             “Seguiré siendo exigente con mi trabajo

Por Jesús Bozal Alfaro

(Fitero-2014)

María Bayo ha recibido muchos premios a lo largo de su dilatada y magistral carrera profesional. El más importante, desde el punto de vista de nuestra tierra, fue el PRINCIPE DE VIANA, 2002, que le entregó personalmente el actual Rey de España, Felipe VI, en el Monasterio de Leyre. Siete años más tarde, en 2009, recibiría el Premio Nacional de Música, en la modalidad de interpretación: "por su continua e incansable actividad interpretativa, su defensa del repertorio español, y concretamente del género lírico, y sus últimas giras de conciertos, grabaciones e incorporación de nuevos papeles operísticos".

En 2011 fue investida como miembro electo de Jakiunde, Academia de las Ciencias, de las Letras y de las Artes vascas, junto con personajes tan conocidos como: Montxo Armendáriz, director de cine; Bernardo Atxaga, escritor; Juan Colmenero, físico; Rafael Moneo, arquitecto tudelano; Luis de Pablo, compositor.

El último premio, Traetta 2014, lo ha recibido este mismo año. Viene de Italia y es otorgado, desde 2009, por la Traetta Society, en reconocimiento a María Bayo por “su pasión en dar voz al redescubrimiento de las raíces del patrimonio musical europeo”. Es decir: al redescubrimiento, al reconocimiento de las obras de compositores europeos dignos de ser recordados: Leonardo Vinci, Pasquale Anfossi, Vicente Martín y Soler, Doménech Terradellas, Fabián García, Joseph Duran, entre otros. El de María Bayo es el sexto premio que se otorga desde 2009. Los anteriores recayeron en otras personalidades del mundo europeo de la música: Jolando Scarpa (organista), René Jacobs (contratenor y director de orquesta belga), Alan Curtis (clavecenista y director de orquesta americano) y Cristophe Rousset (clavecenista y director de orquesta francés).

En respuesta a nuestra felicitación, María se reafirma en su compromiso con la calidad: La calidad es algo que hoy en día no está de moda, pero yo no puedo cambiar y seguiré siendo exigente en mi trabajo. El premio es una recompensa, al menos, a esas cualidades.”

Nuestra paisana ha cantado, a lo largo de su carrera, obras de Haendel, Cavalli, Puccini, Debussy, Poulenc y Stravinsky, Rossini, Mozart,... Su repertorio incluye más de ochenta personajes de ópera y zarzuela: Sonnambula (Bellini), Susana (Le nozze di Figaro, Mozart), Mimì (La Bohème, Puccini), Manon (Massenet), Rosina (Il Barbiere di Siviglia), Mélisande (Pelléas et Melisánde, Debussy) o Micaëla (Carmen, Bizet).

María Bayo, fiterana universal, ha cantado en los mejores escenarios del mundo: La Scala de Milán, la Staatsoper de Berlín, La Zarzuela de Madrid, la Opéra Bastille de París, el Covent Garden de Londres, el Metropolitan Opera House de Nueva York, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, el Baluarte de Pamplona, entre otros muchos en otras muchas ciudades.

El Monasterio de Fitero ha sido escenario también de noches especialmente brillantes: 2002 (15 de diciembre), 2004 (28 de agosto), 2006 (20 de agosto) y 2008. La emoción y la interpretación vocal rayaron a la altura de su tremenda categoría musical. ¡Enhorabuena!





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