MARÍA BAYO
1983-2014
María Bayo, nacida en
Fitero (Navarra), en una casa a muy pocos metros del majestuoso Monasterio
Cisterciense de Fitero -primera implantación del Císter en España- es una de
las personas más relevantes del siglo XX y XXI de su pueblo.
En esta página recogemos
algunos de los artículos de prensa (1983-2014) en los que se ha abordado la trayectoria
artística de esta fiterana de nacimiento y vocación.
Diario de Navarra, 20 de diciembre de 1983
11 de agosto de 1984
Diario de Navarra, 24 de agosto de 1986
Diario de Navarra, 29 de julio de 1988
LA BAYO CANTÓ EN FITERO
Por Jesús Bozal Alfaro
Fitero-2003
Había quien se preguntaba si Fitero, su villa natal
(su abuelo, Raimundo Bayo, fue el primer Presidente de la Bodega Cooperativa
San Raimundo Abad), entendía/apreciaba el arte de su paisana, la soprano María
Bayo. Ella sabía que sí. Nosotros, los fiteranos, también. ¿Cómo no íbamos a
entenderlo y apreciarlo si su voz forma parte de nuestra cultura contemporánea?
¿Cómo un pueblo culto como el de Fitero, heredero de una tradición sembrada de
grandes momentos históricos; cuna de grandes personajes con impronta en los
campos del arte, la literatura, la política, la música,...podía no
valorar su trabajo y su categoría? Sólo necesitaba poder manifestarlo
públicamente, como así ocurrió, en una noche mágica, la del domingo, 15 de
diciembre de 2002, en su Iglesia/Monasterio.
A veces, desgraciadamente, todavía quedan quienes
creen que las manifestaciones culturales son propias de las grandes urbes; de
los grandes centros culturales: París, New-York, Madrid, Londres, Pekín,... No
quieren reconocer, seguramente, que el disfrute del arte – musical, en este
caso – trasciende, evidentemente, cualquier frontera y solo recoge en su
memoria los lugares – Fitero, en este caso - y los momentos en que se celebran.
A María Bayo,
por su elegancia.
Puisque vous nous régalez
de votre voix angélique,
les jours de fête, à l´église,
permettez-moi de fêter
vos dix-huit ans fleurissants,
vous offrant ces humbles vers,
que je voudrais si inspirés
que les sonnets de Ronsard.
Le
28 mai 1976
Manuel
G. Sesma
Todo había comenzado quince días antes, cuando, en
apenas una mañana, se agotaron las ochocientas localidades puestas a la venta
para “los del pueblo”. El llenazo solemne, ordenado, confirmó la aspiración de
este recinto a convertirse en próxima sede de los Festivales de Navarra. Luego
vino ese silencio monacal, tantas veces sentido en aquella abacial, que permite
escuchar el fraseo cristalino de la soprano, sus registros vocales más finos,
los tonos más agudos, recorriendo, como el murciélago de antaño, las naves
grandiosas del monumento cisterciense fiterano.
El arte vocal de la soprano fiterana/universal, fruto
de un esfuerzo consentido, una dedicación permanente, una pasión “fatal” por la
música y por la interpretación bien hecha, puso el resto.
El Concierto, en su conjunto (Orquesta y Solista), fue
pura música: derroche de exigencia, sentimientos y emociones, sensibilidad,
cultura y arte. Sólo cuando se ama tanto algo se puede conseguir que el
público, el Gran Público de Fitero, y los/las ausentes, se transformen en
“cómplices”, en actores de pleno derecho, de un acontecimiento cultural e
histórico, que debería repetirse, en ese mismo marco, más a menudo.
Arriba, en lo alto, la luz blanca que iluminaba la
bóveda del transepto parecía un enorme ventanal al que estaban asomados los
fiteranos y las fiteranas de todos los tiempos. Ella, “la voz capaz de toda
sensibilidad y seducción hechicera”, la fiterana universal, cantaba sobre todo
pare ellos/ellas, apurando su voz para llegar con nitidez hasta La Atalaya, a cuyas faldas duermen el
sueño eterno. Al recordarla, al recordarlos, la “voz estremecedora, tierna,
turbadora, ...", ya sólo pudo
cantar, pues la emoción le llevó a confesar: “No puedo hablar.”
El marco de la
Iglesia/Monasterio, en el que nos hemos bautizado tantos, escenario de tantas
emociones compartidas (dolor, alegría, esperanza y oración), pasará a la
historia como uno de los escenarios en los que, un 15 de diciembre de 2002,
sólo la música fue capaz de triunfar sobre la emoción sincera y desgarrada de
una de las sopranos – fiterana de nacimiento y de corazón - más importantes de
nuestro tiempo.
El acto final de la entrega del título de Hija
Predilecta de Fitero, concedido por su Ayuntamiento, en nombre de todo el
pueblo, puso el broche de oro a un Concierto que acabó con las ovaciones,
prolongadas y repetidas, nunca jamás oídas hasta esos momentos en el Monasterio
de Fitero. Eran el homenaje sincero a un trabajo profesional de largo
recorrido, con el que todos los fiteranos nos sentimos identificados.
La Orquesta Santa Cecilia, que se merecería comentario
aparte, estuvo a la altura de la soprano y del marco – su Monasterio - que
Fitero mima y protege orgulloso.
Así vimos, vivimos y sentimos nosotros, como fiteranos, un Concierto en el que la música y la emoción se dieron una cita verdaderamente histórica.
“Volver a Fitero es algo más personal. Son lazos
afectivos y momentos muy emotivos dentro de una carrera que no se repiten en
otro tipo de conciertos.
El concierto con el público es especial porque no se
puede obviar que mi infancia ha transcurrido en estas calles. Conozco este
Monasterio y cada piedra de este lugar y además la emotividad se ha
incrementado ahora que falta mi madre.”
Diario de Noticias, 20 de agosto 2004
Museo María Bayo
Escribíamos el año pasado que había llegado el tiempo
de que Fitero se dotara de un Museo dedicado íntegramente a la figura de MARÍA
BAYO, nuestro personaje más destacado del siglo XX y de lo que llevamos de
siglo XXI. Su trayectoria musical de tantos años constituyen un patrimonio
universal que Fitero debería de mostrar al mundo en un espacio exclusivo y
abierto. Sitios no le faltan. Sería una nueva carta de presentación para un
pueblo que atesora, además, bienes culturales y naturales de una extraordinaria
categoría: el Monasterio y uno de los espacios naturales más importantes de
Navarra. La apuesta por este Museo, cuya idea saluda favorablemente en esta
Revista el mismo Presidente de nuestra Comunidad Foral, D. Miguel Sanz, podría suponer un escaparate
decisivo para un pueblo que lo tiene casi todo.
Editorial. Revista Fitero-2006
María Bayo,
Premio de Humanidades 2011 (Eusko-Ikaskuntza)
Jesús Bozal Alfaro
Según leemos en
su página web, la Sociedad de Estudios Vascos (Eusko Ikaskuntza) es una Entidad
científico-cultural, de carácter privado, fundada en 1918 por las Diputaciones
Forales de Álava, Bizkaia, Guipúzcoa y Navarra, como instrumento estable y
permanente para el desarrollo de la cultura vasca. Y, como valores, dicha
institución proclama: “Amor a Vasconia, multicultural y solidaria; compromiso
con la ciencia y la cultura; pluralidad ideológica; respeto y diálogo;
innovación y progreso; respaldo al euskara.”
Pues bien, esta Institución
ha otorgado a María Bayo, nuestra paisana más universal, su premio de
Humanidades 2011, en reconocimiento a “su
trayectoria artística y cultural y su valía humana, así como la universalidad
de su labor” que “integra de manera
admirable sus raíces navarras, así como la pasión por la música y su profesión.”
El jurado valoró así mismo “su presencia
en los escenarios más importantes del mundo.” “Es destacable –prosigue el texto del acta del premio- su labor de recuperación del patrimonio
musical, desde la producción de zarzuelas barrocas y clásicas del siglo XVIII
hasta el género chico de los siglos XIX y XX. También ha invertido esfuerzos en
divulgar la canción de concierto; dentro de esta labor ha paseado y grabado
canciones en euskera sobre textos de Arambarri, Guridi, Canteloube, etc. Ha
actuado en campañas de sensibilización sobre la situación de las mujeres en el
Tercer Mundo y, más concretamente, en la India de la mano de UNICEF.”
Es indudable que
una persona que atesora estas cualidades –importantes todas- se hace merecedora
no solo a este premio sino a todos los que, con la misma justificación, le
otorguen en adelante.
Cabría recordar
que María Bayo, a la que esperamos pronto en la abacial fiterana, es Premio
“Príncipe de Viana” 2002 (presidió el Jurado correspondiente al año 2010),
otorgado por el Gobierno de Navarra; Premio Nacional de Música 2009, otorgado
por el Gobierno de España; y miembro de la Academia de las Ciencias, Artes y
Letras del País Vasco, cuya ceremonia de ingreso tuvo lugar en el Palacio
abadía de Hendaya.
María Bayo,
Premio de Humanidades 2011 (Eusko-Ikaskuntza)
Jesús Bozal Alfaro
Según leemos en
su página web, la Sociedad de Estudios Vascos (Eusko Ikaskuntza) es una Entidad
científico-cultural, de carácter privado, fundada en 1918 por las Diputaciones
Forales de Álava, Bizkaia, Guipúzcoa y Navarra, como instrumento estable y
permanente para el desarrollo de la cultura vasca. Y, como valores, dicha
institución proclama: “Amor a Vasconia, multicultural y solidaria; compromiso
con la ciencia y la cultura; pluralidad ideológica; respeto y diálogo;
innovación y progreso; respaldo al euskara.”
Pues bien, esta Institución
ha otorgado a María Bayo, nuestra paisana más universal, su premio de
Humanidades 2011, en reconocimiento a “su
trayectoria artística y cultural y su valía humana, así como la universalidad
de su labor” que “integra de manera
admirable sus raíces navarras, así como la pasión por la música y su profesión.”
El jurado valoró así mismo “su presencia
en los escenarios más importantes del mundo.” “Es destacable –prosigue el texto del acta del premio- su labor de recuperación del patrimonio
musical, desde la producción de zarzuelas barrocas y clásicas del siglo XVIII
hasta el género chico de los siglos XIX y XX. También ha invertido esfuerzos en
divulgar la canción de concierto; dentro de esta labor ha paseado y grabado
canciones en euskera sobre textos de Arambarri, Guridi, Canteloube, etc. Ha
actuado en campañas de sensibilización sobre la situación de las mujeres en el
Tercer Mundo y, más concretamente, en la India de la mano de UNICEF.”
Es indudable que
una persona que atesora estas cualidades –importantes todas- se hace merecedora
no solo a este premio sino a todos los que, con la misma justificación, le
otorguen en adelante.
Cabría recordar que María Bayo, a la que esperamos pronto en la abacial fitrana, es Premio “Príncipe de Viana” 2002 (presidió el Jurado correspondiente al año 2010), otorgado por el Gobierno de Navarra; Premio Nacional de Música 2009, otorgado por el Gobierno de España; y miembro de la Academia de las Ciencias, Artes y Letras del País Vasco, cuya ceremonia de ingreso tuvo lugar en el Palacio abadía de Hendaya.
Premio “Traetta” 2014
Por Jesús Bozal Alfaro
(Fitero-2014)
María Bayo ha recibido muchos premios a lo largo de su dilatada y magistral carrera profesional. El más importante, desde el punto de vista de nuestra tierra, fue el PRINCIPE DE VIANA, 2002, que le entregó personalmente el actual Rey de España, Felipe VI, en el Monasterio de Leyre. Siete años más tarde, en 2009, recibiría el Premio Nacional de Música, en la modalidad de interpretación: "por su continua e incansable actividad interpretativa, su defensa del repertorio español, y concretamente del género lírico, y sus últimas giras de conciertos, grabaciones e incorporación de nuevos papeles operísticos".
En 2011 fue investida como miembro electo de Jakiunde, Academia de las Ciencias, de las Letras y de las Artes vascas, junto con personajes tan conocidos como: Montxo Armendáriz, director de cine; Bernardo Atxaga, escritor; Juan Colmenero, físico; Rafael Moneo, arquitecto tudelano; Luis de Pablo, compositor.
El último premio, Traetta 2014, lo ha recibido este mismo año. Viene de Italia y es otorgado, desde 2009, por la Traetta Society, en reconocimiento a María Bayo por “su pasión en dar voz al redescubrimiento de las raíces del patrimonio musical europeo”. Es decir: al redescubrimiento, al reconocimiento de las obras de compositores europeos dignos de ser recordados: Leonardo Vinci, Pasquale Anfossi, Vicente Martín y Soler, Doménech Terradellas, Fabián García, Joseph Duran, entre otros. El de María Bayo es el sexto premio que se otorga desde 2009. Los anteriores recayeron en otras personalidades del mundo europeo de la música: Jolando Scarpa (organista), René Jacobs (contratenor y director de orquesta belga), Alan Curtis (clavecenista y director de orquesta americano) y Cristophe Rousset (clavecenista y director de orquesta francés).
En respuesta a nuestra felicitación, María se reafirma en su compromiso con la calidad: “La calidad es algo que hoy en día no está de moda, pero yo no puedo cambiar y seguiré siendo exigente en mi trabajo. El premio es una recompensa, al menos, a esas cualidades.”
Nuestra paisana ha cantado, a lo largo de su carrera, obras de Haendel, Cavalli, Puccini, Debussy, Poulenc y Stravinsky, Rossini, Mozart,... Su repertorio incluye más de ochenta personajes de ópera y zarzuela: Sonnambula (Bellini), Susana (Le nozze di Figaro, Mozart), Mimì (La Bohème, Puccini), Manon (Massenet), Rosina (Il Barbiere di Siviglia), Mélisande (Pelléas et Melisánde, Debussy) o Micaëla (Carmen, Bizet).
María Bayo, fiterana universal, ha cantado en los mejores escenarios del mundo: La Scala de Milán, la Staatsoper de Berlín, La Zarzuela de Madrid, la Opéra Bastille de París, el Covent Garden de Londres, el Metropolitan Opera House de Nueva York, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, el Baluarte de Pamplona, entre otros muchos en otras muchas ciudades.
El Monasterio de Fitero ha sido escenario también de noches especialmente brillantes: 2002 (15 de diciembre), 2004 (28 de agosto), 2006 (20 de agosto) y 2008. La emoción y la interpretación vocal rayaron a la altura de su tremenda categoría musical. ¡Enhorabuena!
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