Nosotras y nosotros escribimos


Nosotros, nosotras y el pueblo, 
FITERO, en el que nacimos. 

En esta página iremos publicando los comentarios que, a partir de ahora, hagamos los nacidos y las nacidas en 1952. Invitamos, no obstante, a otros fiteranos y a otras fiteranas, nacidos/nacidas en otros años, a escribir sobre nuestro pueblo, la niñez, la adolescencia, que compartimos.


¿Os acordáis?
Mariasun Fernández 


Que bonito y tranquilo era nuestro pueblo. ¿Os acordáis? En el verano, íbamos a la plaza , al río, a los tres pozos,...  ¡Cómo disfrutábamos! Eran unos tiempos sin problemas ni complicaciones para nosotros, niños, niñas. Yo me acuerdo que los que vivíamos en la carretera, en la fresca, y durante la siesta,  sacábamos los patines y las mujeres nos reñían diciéndonos que los hombres estaban en la siesta. Pero, nosotras, sube y baja por la cuesta del Morera; y en las vendimias, con los sacos de deshechos de las uvas, que no se como se llama, pues sube y baja también. Luego, cuando llegabas a casa, te daban zapatilla por que te habías manchado. Pero era así. A nosotros/a nosotras no nos importaba. Y así crecimos, sanos, felices, sin psicólogos ni complejos. Un bonito recuerdo. No me quiero extenderme más porque no quiero aburrir, pero creo que todos vivimos felices.  Un abrazo para todos. Y que vivamos muchos años más  y nos podamos reunir, aunque creo que no muchas veces, ya hemos pasado el ecuador de nuestras vidas, pero, si las hemos vivido bien, pues dar gracias a Dios. Siento la perdida de otros que se han ido. También mi recuerdo para ellos, y, para todos los que estamos, que nos esperen muchos años. Si Dios quiere, hasta el día 8, a pasarlo bien, que nos lo merecemos.


FITERO 1952
Jesús Bozal Alfaro

Nacimos todas nosotras y todas vosotras en un pueblo pequeño. No recordamos cuando comenzamos a pronunciarlo. Pero, desde entonces, cuando nos preguntan, no dudamos: somos de Fitero. Las calles eran de tierra. Y la iglesia -el sitio de nuestros acontecimientos- era grande, con muchos altares, y paredes pintadas. El primer cura que nos suena se llamaba Don Jesús. Recuerdo el día que trajo, por la carretera de Madrid, la imagen restaurada de la Virgen de la Barda. Fue un sermón durante el cual no paró de subir y bajar escaleras de los edificios importantes de Madrid. En la iglesia nos bautizaron, comulgamos, nos confirmaron,… Entre ceremonia y ceremonia conocimos el Belén de las Monjas, las rifas del Sidoro y la Trini, en la plaza, las sesiones de cine de las cinco, el frontón,... Y fuimos a la escuela. A la Hermana Trini, a Don Luis, a Don Ricardo, a Don Gregorio, a Don Miguel, a la Hermana Petra, a Doña Carmen, a Doña Avelina,…  Aprendimos a encender las estufas, a escribir, a leer y a muchas otras cosas. Jugamos, nos dimos cien vueltas por la Huerta, los chicos, seguimos creciendo, todos y todas,  y disfrutamos de lo lindo de todas las fiestas. Conocimos a mucha gente. Entre todos y entre todas podríamos citar a más de mil. Poco a poco, las calles se fueron encementando. Nevaba menos. Y llegó TENA. Y comenzamos a viajar. Y así, año tras año, fuimos tomando caminos de lo más variado. Unos y unas nos fuimos, pero no muy lejos, y otros y otras nos quedamos. Pero nunca cambiamos de pueblo ni de equipo, ni de plaza, ni de kiosko, ni de arquillo, ni de barranco,  ni de placilla, ni de farola, ni de frontón,... Nos conocemos todos y todas a la legua. Seis se fueron definitivamente. José Luis Carramiñana, Joaquín Vicente Villafranca, Manuel Sainz Sainz, Mª Asunción Ochoa Pardo, Manuel Mª Magaña Martínez, Anselmo Grijalvo Villafranca. Nos acordamos perfectamente de cuatro. Nuestro pueblo ha cambiado mucho. La iglesia es un Monasterio. Gracias a nosotros y a nosotras, está casi restaurado. Las Monjas es una Residencia. Las Escuelas, los Médicos. No hay “odoños”, sin embargo; tampoco “tiragomas”; ya no pintamos las aceras para jugar al resplingue (respingue),… Ahora nos comunicamos por whatsApp, compramos por internet y volamos por cuatro duros. Como decía aquel hombre que vivía por donde la Cooperativa: ¡Qué inventos trae la ciencia! Se refería a las truedes (trébedes). En el tiempo de la matanza, las migas, las rastras (ristras) de pimientos en las falladas, las fajinas en verano, los sacos de brisa en otoño, las nevadas del invierno. Nos lo pasamos bien. En definitiva: mientras el mundo sea mundo, el 15 de marzo, San Raimundo. 




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