Lorenzo Luis Yanguas

LORENZO LUIS YANGUAS









Biografía de Lorenzo Luis (1882-1946)
Manuel García Sesma

Semblanza

Lorenzo Luis Yanguas [1] nació en Fitero, el 5 de septiembre de 1882 [2], en la calle Mayor, nº 49, y fue bautizado, al día siguiente, por el párroco Fr. Joaquín Aliaga [3], en la iglesia de Santa María la Real. Fueron sus padres Agustín Luis y Petra Yanguas, naturales asimismo de Fitero; y sus padrinos, Blas Llorente y Lorenza Igea. Sus abuelos fueron igualmente fiteranos, a ex­cepción de su abuela materna, Paula Fadrique, que era de Igea (Rioja). Su padre era campesino y cultivaba algunas tierras en renta, mientras que su madre atendía a una taberna propia, por lo que la llamaban Petra la Taber­nera. La familia se componía de cuatro hijos (entre ellos, Lorenzo) y tres hi­jas. Lorenzo acudió algún tiempo a la escuela de párvulos, alcanzando toda­vía al primer curso de la recién establecida de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana; y al siguiente año, 1888, pasó a la Escuela Primaria, regida, a la sazón, por el maestro titular, don Blas Bozal.
La primera ocupación de Lorenzo fue naturalmente el campo, llegando a ser un buen podador de viñas y de árboles frutales.

Sus primeros pasos musicales.

Aprendió solfeo con el organista de la Parroquia, don Angel Muro, na­tural de Corella, quien hacia 1908, se marchó a vivir a San Sebastián; y le enseñó a tocar el clarinete el entonces Director de la Banda Municipal, Cos­me Fernández (el Tío Camilo), que era un buen clarinetista y lo incorporó a su Banda.

El servicio militar.

A Lorenzo le tocó cumplir el servicio militar, que duraba entonces tres años, en Burgos, donde fue asistente de un Comandante de la guarnición, aficionado a la música, el cual, al darse cuenta de las aptitudes musicales del joven, lo incorporó a una Banda de Regimiento de la ciudad, en la que hizo rápidos progresos, pues tenía verdadera vocación para la música, convirtién­dose bien pronto en Músico Mayor. En agradecimiento, el primer pasodoble que compuso Lorenzo, se lo dedicó a una hija del Comandante.

Su vuelta a Fitero.

Lorenzo ascendió en Burgos hasta sargento, pero no quiso «reengan­charse», como se dice en el argot militar, y al terminar el plazo del servicio, volvió a Fitero, donde, poco después, sucedió a Cosme Fernández, en la dirección de la Banda Municipal. Simultaneó este oficio poco lucrativo, trabajando, algún tiempo, en la fábrica local de jabones, LA FAVORITA, situada en la calle de Lejalde; ostentando la representación de la sociedad de seguros LA AURORA, de Bilbao y por fin, explotando el café de la calle Mayor, nº 22, en cuyos bajos tuvo también una tienda de instrumentos de Banda, de la Casa francesa, COUESNON et Compagnie.
A su vuelta del servicio militar, Lorenzo contrajo matrimonio con la hermosa joven, María del Rosario Díaz Latorre, nacida en Fitero, en la calle del Cogotillo Bajo, el 6 de octubre del año 1884. Fue hija de Vicente Díaz y de María Esteban Latorre, ambos fiteranos, los cuales tuvieron tres hijas y un hijo, siendo Rosario la mayor. Vivían en el nº 14 del Barrio Bajo, siendo vecinos de mi familia, pues nosotros vivíamos en el número 10.  Vicente Díaz fue, algún tiempo, chocolatero y cultivaba tierras de su propiedad, mientras que María Esteban atendía a su horno de pan, establecido en el nº 15 de la misma calle y al cual dedicamos una composición festiva en verso y un comentario en prosa, en nuestro POEMARIO FITERANO [4].

Un hombre inteligente y bonachón.

Lorenzo Luis fue, en los personal, un hombre simpático, ocurrente, bo­nachón, inteligente y servicial. Tenía unos ojos chispeantes y, en su juven­tud, fue un mozo gallardo, robusto y de buen ver. No creemos que llegara a tener nunca verdaderos enemigos. Lorenzo y Rosario tuvieron 12 hijos, de los que cuatro murieron en la infancia, sobreviviendo ocho: Carmelo, Joaquín (fallecido en 1959), Cesá­reo, Julia, Celia, Félix, Angelita y Fernando. Carmelo y Cesáreo se distin­guieron, en su juventud, como pelotaris, con los sobrenombres de FITE­RO I y FITERO II; y Angelita es una excelente pintora.

Un fiterano cien por cien


   Lorenzo era muy fiterano. Tuvo buenas ofertas para dirigir bandas de músi­ca en Mallorca, Canarias y Fernando Poo (hoy Guinea Ecuatorial), pero las declinó, porque no quería abandonar definitivamente el pueblo. Fue un be­neficio para Fitero y un perjuicio para él, pues, con su talento musical y su actividad, hubiera triunfado en cualquier población importante, como triun­fó en Barcelona su contemporáneo y organista de Fitero, Amado Urmeneta, conocido en la Ciudad Condal con el sobrenombre de «El Rey del Pasodoble».

Su final


En sus últimos años, Lorenzo tenía la costumbre de asistir a todos los entierros de los vecinos, por lo que un bromista le dijo un día: - «Parece que te gusta mucho subir la Costerilla. - Sí, pero no que me suban por ella
- ¿Y el día en que te mueras, ¿qué? - Pues me agarraré fuertemente a la re­ja del Tío Silverio, y a ver quién me mueve de allí».
(El Tío Silverio —Silverio Escudero— era un herrero cuya fragua estaba en la esquina derecha del comienzo de la Costerilla o Camino del Cemente­rio; y a la izquierda de la puerta, tenía una ventana con una fuerte verja de hierro).
Por supuesto, a la hora de la verdad, Lorenzo no se agarró a dicha reja. Murió a las 5 de la mañana del 27 de julio de 1946, en la casa nº 25 de la calle Mayor. Tenía 64 años. A sus funerales, celebrados al día siguiente, que fue domingo, acudió una enorme concurrencia y, por descontado, la Banda Municipal, que lo acompañó hasta el camposanto, interpretando marchas fúnebres compuestas por él. En 1970, el Ayuntamiento de Fitero le dedicó una placa de mármol, fija­da en el frontis del quiosco de la música, en reconocimiento a sus 40 años de servicio, con la siguiente inscripción: «A Lorenzo Luis Yanguas, compo­sitor y director de la Banda de Música de este Ayuntamiento, en sentido ho­menaje de su pueblo - Fitero, 14 de septiembre de 1970».
    ¿A cuántos fiteranos enseñó Lorenzo gratuitamente música y a tocar al­gún instrumento de Banda? Sus más antiguos compañeros nos han asegurado que a más de 200, entre ellos, y en primer lugar, a sus propios hijos, pues Carmelo tocaba el piano; Joaquín, el saxofón; Cesáreo, el trombón; Félix la trompeta, y Fernando, el fiscorno. Lorenzo tocaba, como ya hemos anotado, el clarinete, pero conocía bien el manejo de todos los instrumentos de Banda, sin lo cual no hubiese podido enseñárselos a sus discípulos. Su Banda conoció altos y bajos, a causa de ciertas intrigas caciquiles, pues se llegó a formar otra Banda, opuesta a la suya, la cual dejó de ser, en algunos intervalos de tiempo, municipal, y hasta se le prohibió tocar en ningún sitio de Fitero. Con todo, Lorenzo halló el medio de burlar, una vez, esta absurda veda, yendo a tocar con su Banda al Juncal, en el término de Corella, el día del Barranco, acompañándolo numerosa concurrencia de fiteranos y de cirboneros, y hasta la Tía Pirria (Francisca García), popular vendedora de chucherías.
Incluso se llegó a dejarle en cuadro su Banda; pero él la repuso animosamente, adiestrando a toda prisa a muchachos aficionados.
La Banda de Lorenzo Luís alcanzó su apogeo hacia 1929, en que alcanzó a tener hasta 23 músicos, formando un buen conjunto, que se permitía tocar impecablemente no sólo música de baile, sino hasta fragmentos de zarzuelas y operetas.
Entre los músicos que figuraron, en diferentes épocas, en su Banda, se cuentan los siguientes: Ángel Aznar, clarinete; Anselmo Berrozpe, cornetín; Bautista Yanguas, clarinete; Carmelo Igea, trompeta; Carmelo Luís, bombardino; Carmelo Pina, clarinete; Celestino Yanguas, trombón; Cesáreo Luis, trombón; Cirilo Díaz, requinto; Dámaso Gracia, bombo; Daniel Ayala, clarinete; Domingo Aznar, clarinete; Doroteo Pina, bajo; Federico Lauroba, clarinete; Félix Magaña, trompeta; Fermín Calleja, trombón; Fermín Escudero, saxofón; Fernando Escudero, caja; Florencio Lauroba, cornetín; Francisco Jiménez, clarinete; Francisco Latorre, platillero; Francisco Luis, bombardino; Higinio Magaña, bajo; Hermenegildo González, platillero; Joaquín Luis, requinto; Joaquín Yanguas Aliaga, clarinete; Joaquín Yanguas Jiménez, saxofón; José Aguirre, clarinete; José Barea, clarinete; José Ochoa, trombón; José Falces, bajo; José Latorre Ochoa, bombo; José Latorre Rupérez, saxofón; Juanito Atienza, fiscorno; Julio Díaz, saxofón; Lorenzo Jiménez, trombón; Lorenzo Luís, clarinete; Luciano Hernando, pífano; Luis Yanguas, caja; Manuel Aznar, trombón; Manuel Díaz, cornetín; Manuel Yanguas, trombón; Manuel Zapater, trompeta; Mariano Fernández, fiscorno; Miguel Latorre, cornetín; Nicolás Fernández, trombón; Pedro Barea, bombo; Prudencio Aliaga, saxofón; Raimundo Fernández, clarinete; Román Jiménez, bajo; Sixto Pérez, trombón; Tomás Aliaga, platillero; Vicente Acarreta, fiscorno; Zacarías Pérez, platillero; Vidal Andrés, trompeta y algunos más que no recuerdan nuestros informadores.
    Lorenzo Luis era un director de Banda tan activo como exigente; y con los aprendices torpes, a veces, algo rudo. Hacía ensayos con su conjunto, ordinariamente nocturnos, todas las semanas del año. Desde mediados de octubre hasta mediados de abril, solamente los miércoles y sábados; y en los demás meses del año, todos los días laborables. Duraban generalmente dos horas, con un descanso intermedio; y se realizaban en un amplio recinto destartalado y frío, aledaño al Hospital, que caía justamente hacia donde está instalado hoy el salón de estar [5] de la Residencia San Raimundo. En el buen tiempo, durante los ensayos, se llenaban de gente el antiguo trinquete y la Plaza de las Malvas; sobre todo, de jóvenes que venían a bailar; y hasta de viejos, que venían a escuchar; de manera que, por dentro, era una Aca­demia de Música; y por fuera, una Academia de Baile, gratuita y al aire libre. Con todo, en los descansos, el músico más joven salía de la Acade­mia, con una boina boca arriba en la mano derecha, en la que una pequeña parte del público solía echar algunos cuartos y hasta alguna perrilla (mone­das de dos y de cinco céntimos). Estas monedillas iban a parar a conti­nuación al cajón de los maises de la taberna del Tío Valija (Lucas Frías), en la calle Mayor, pues los músicos invertían en vino el producto de la recauda­ción. El Tío Valija les dejaba un gran jarro de tiesto y un vaso tosco y pesa­do de cristal en el que, formando previamente un corro, iban ingiriendo a continuación un vaso del morapio, por riguroso turno. Si había bastante vi­no, solo consumían en el descanso la mitad; y el sobrante, al final. A pesar de esta precaución, algunos se enchispaban y salían cantando por el Arqui­llo la popular canción borracheril: «Asunción, Asunción - echa media de vino al porrón». (Media era media pinta; o sea, alrededor de medio litro).
Cuando en la Academia iban a ensayar alguna pieza nueva, la interpreta­ba, en primer término, Lorenzo solo, con su clarinete, cinco o seis veces; y a continuación, lo hacía toda la Banda, ocho o diez.


Actuaciones y remuneraciones


La Banda Municipal tocaba dos horas por la tarde, todos los días festi­vos, en el Paseo de San Raimundo, desde el Domingo de Pascua de Resu­rrección hasta el día de la Virgen del Pilar (12 de octubre), colocando siempre Lorenzo el programa que se iba a interpretar, en un cartel delante del quiosco. También actuaba en todas las procesiones de la Parroquia. Si eran de las Cofradías, los cofrades solían pagar a los músicos, hacia la tercera década de este siglo, alrededor de 20 pesetas, las cuales eran ordinariamente inverti­das en preparar el sábado siguiente, una gran sartenada con tropezones de todas las clases, que engullían alegremente los músicos, en el antiguo trin­quete adyacente al Arquillo. Si las procesiones eran de la Parroquia, con asistencia del Ayuntamiento, como las del Viernes Santo, del Corpus Christi y de la Virgen de la Barda, entonces corrían a cargo del Municipio, el cual solía pagar anualmente a la Banda, en la citada década, por todas sus inter­venciones, unas 2.000 pesetas. Por supuesto, esta cantidad había sido ante­riormente bastante inferior, pues, en 1910, sólo le pagaban 400 pesetas, según el Libro de Actas del Ayuntamiento de 1908-1912, fol. 189, copiado por Serafín Olcoz Yanguas. Naturalmente el que más cobraba era el Director: un 50 % más que los músicos.
En un Libro de Cuentas de la Banda de Lorenzo Luis, desde 1925 hasta 1943, que conserva y nos permitió consultar su hija Angelita, encontramos numerosos y curiosos detalles sobre el desenvolvimiento económico de aquélla, algunos de los cuales transcribimos a continuación. En 1926, la Banda cobró por cada una de las procesiones de los Jueves Eucarísticos, del Corazón de Jesús y de la Virgen del Carmen, 20 pesetas; por la de San Isidro, 15 pesetas, y por las dos de la Virgen del Rosario (de la víspera y de la Fiesta), 50 pesetas. Ahora bien, en 1941, percibió ya por cada una de las tres primeras, 100 pesetas; por la de San Isidro, 75, y por la de San José, 60 pesetas. En 1927, se volvieron a uniformar los componentes de la Banda, saliéndoles cada uniforme por 73,18 pesetas. Anteriormente se habían uniformado en 1913, en que el Ayuntamiento concedió, con tal objeto, a Lorenzo Luis un anticipo de 100 pesetas [6]. En 1928, se compraron los siguientes instrumentos: un par de platillos para Zacarías Pérez, por 50 pesetas; un cornetín para Manuel Zapater, por 20 pesetas; y un clarinete nuevo, con su estuche para Raimundo Fernández, por 110 pesetas. Un atril de trombón para José Ochoa costó 1,75 pesetas. Los gastos de la Banda en la fiesta de Santa Cecilia (22 de noviembre) ascendieron en 1925 a 214,85 pesetas; y en 1939, a 347,30, incluyendo 5 pesetas de la Misa. El detalle de lo que comieron y bebieron en esta última fiesta, es el siguiente: 2 decalitros de vino, 16,55 ptas.; traer las garrafas y hacer (es decir comprar) el vino 0,50 ptas.; 2 pollos, 22 ptas.; 2 ternascos, 80 ptas.; 2 gallinas, 30 ptas.; 3 botellas de coñac Fundador, 54 ptas.; sopa, 1 pta.; 17 kilos de pan, 14,45 ptas.; azúcar para el café de Alejo (del confitero Alejo Falces) 1 pta.; verdura, 1 pta.; café, 8,80 ptas.; manzanas, 9 ptas.; huevos, 5 ptas. garbanzos, 8 ptas.; 4 kilos de carnero, 28 ptas., y tocino, 4 ptas. En 1926, el gasto de luz, durante los ensayos, a excepción del verano era de 3,93 ptas. mensuales; y el alquiler del cuarto donde ensayaban, de 2 pesetas anuales. En fin, como ya hemos anotado, al final de la década de los 20, el Ayuntamiento pagaba a la Banda 2.000 pesetas anuales; pero en 1942, le pagó ya 5.445, en trimestres de 1.361,25 pesetas.

Prestigio de la Banda de Lorenzo Luis

   La Banda de Lorenzo llegó a alcanzar bastante prestigio comarcal, por lo que era contratada para actuar en las fiestas de diversos pueblos de Navarra y Rioja: Alcanadre, Aldeanueva de Ebro, Andosilla, Arguedas, Buñuel, Cadreita, Caparroso, Carcastillo, Cáseda, Castejón, Fontellas, Fustiñana, Lodosa, Mendavia, Murillo el Fruto, Ribaforada, Rincón de Soto, Santacara, Valverde y algún otro. Hacia 1924, solían pagar a sus músicos, en dicho pueblos, la costa y 5 pesetas diarias; y a Lorenzo Luis, 2,50 pesetas más. Cuando los pueblos no estaban muy lejos, solían hacer el viaje a pié, con alpargatas, alquilando un carro con toldo, para llevar los instrumentos. El alquiler les costaba 12 pesetas hasta Alfaro o hasta Castejón. En el citado Libro de Cuentas de Lorenzo, se anota que en 1927, la Banda percibió por su actuación en las Fiestas de Alcanadre, Aldeanueva de Ebro y Lodosa 1.000, 900 y 1.380 pesetas respectivamente.

Anecdotario de la Banda


Las anécdotas de estos viajes son numerosas y pintorescas; pero vamos a contar solamente tres. Una vez, volviendo de Valverde, de tocar en la Fiesta del Agua (13 de mayo) y estando todos los músicos dentro del carro, desbarrancaron en la gran curva pendiente que hay a la altura del km. 1,100 de la carretera de Hospinete y no se mataron todos por milagro. El Tío Beato (Hermenegildo González), que tocaba los platillos, al ser lanzado por delante, exclamó «Adiós pa siempre, compañeros». Pero, por esta vez, no fue derecho al cielo, como sin duda esperaba, por estar ya beatificado, sino que cayó de bruces junto a un olivo. El Tío Aquilino (Aquilino Fernández), el hojalatero, se encargó de estañar los estropicios metálicos de los instrumentos; y las mujeres de los músicos restañaron a sus cónyuges los chichones y los cardenales, con salmuera y con vinagre.

   Otra anécdota tragicómica es la que les ocurrió la primera vez que fueron a tocar a Alcanadre, para sus Fiestas de mediados de agosto, allá por el año 1913. De tránsito por Corella y por Alfaro e incluso ya dentro del tren, les dieron noticias poco tranquilizadoras acerca del carácter desapacible de sus habitantes. No salió a recibirlos nadie y habiéndoles recomendado en Fitero Valentín Gómez a un antiguo sargento, apellidado Sánchez, con quien había hecho la guerra de Cuba, se presentaron en la casa de su suegra, la Tía Paulilla, preguntando por él. Esta, así como dos hijas que la acompañaban, se alborotaron al punto, poniéndose a gritar y a llorar, llamando al tal Sánchez asesino, bandido, criminal, etc., etc., pues resulta que había ahogado a otra de las hijas con la que había contraído matrimonio. Esta escena dramática acabó de meterles el miedo en el cuerpo. Se alojaron en la casa de un vecino, donde les prepararon para dormir una habitación con cuatro camas, en las que se acostarían ocho (dos en cada cama: Lorenzo con Nicolás Fernández, el Guindera con el Matro, etc.) y los demás dormirían en la misma habitación en que cenaron, sobre colchones echados en el suelo, retirando previamente al fondo de la misma, la mesa con las sillas encima. Esta pieza estaba alumbrada por una bombilla pálida que había que aflojar para apagarla, porque no funcionaba el conmutador. Pues bien, apenas si habían cogido el sueño los de esta habitación, cuando Perico Barea, soñando que lo estrangulaba el sargento Sánchez, se puso a gritar: «¡Auxilio!, ¡auxilio! ¡Que me matan!, ¡que me matan!». Los que dormían junto a él se despertaron despavoridos y se arrastraron en las tinieblas hacia el lado opuesto donde habían colocado la mesa y, al dar un empujón a ésta, se les cayeron encima estrepitosamente las 15 sillas. Se asustaron de muerte. Perico se calló y los demás, llenos de pánico, sin saber si lo habían matado de una puñala­da trapera, se apretujaron entre si, conteniendo la respiración. Y así se pa­saron la noche, hasta que, al amanecer, se dieron cuenta de que Perico esta­ba sano y salvo y de que habían sido todos víctimas de una cruel pesadilla del mismo.
Por lo demás, las actuaciones de la Banda de Lorenzo cayeron muy bien a los alcanadreños, los cuales los contrataron durante bastantes años sucesivos, componiéndoles Lorenzo una jota titulada «¡Viva Alcanadre!». Por cierto que, en otra de sus jiras al mismo pueblo, les ocurrió un per­cance bastante chusco. A la sazón, todos los músicos calzaban alpargatas y, al recorrer a pie la distancia que media entre la estación de ferrocarril y el pueblo, los sorprendió un aguacero diluvial. En consecuencia, se les hincha­ron las suelas de cáñamo de las alpargatas y tuvieron que recortarlas con na­vajas, para seguir andando con ellas.

SUS OBRAS


Lorenzo Luís no solo fue un excelente director de Banda, sino, ante to­do, un notable y fecundo compositor de música popular de baile. Tenía una facilidad extraordinaria y componía bailables en cualquier sitio: en el café, en la cama, en el campo, en la calle y hasta en el retrete, como la jota titula­da No sabes dónde has nacido. Su música era sencilla, garbosa y pegadiza, y abarcaba todos los bailes de la época, desde el vals y la mazurka hasta el fox-trot y el one-step. También escribió alguna música seria, como marchas fúnebres y religiosas, y varias piezas de concierto.
¿Cuántas obras compuso en su vida? [i][7] Nos han asegurado que pasarían del medio millar; y es muy probable, aunque no hemos podido comprobarlo. En todo caso, hay un dato cierto y es que, desde 1909 hasta 1946 inclusive, en que murió, publicaba cada año, por lo menos, una serie de una decena, lo que arroja ya una suma de 380 piezas; y si se agregan a ellas las colecciones extraordinarias y las obras sueltas, sobrepasarán seguramente el medio millar. Desgraciadamente se han perdido la mayor parte, y todas las que quedan y otras de las cuales se conserva solamente el título y, a veces, únicamente la letrilla, ascienden actualmente a cerca de un centenar y medio.
Sus bailables lograron relativa difusión en España y en pueblos ultrama­rinos de habla española, donde los introdujeron fiteranos emigrados, como el barbero Máximo Torroba, en Filipinas, y el P. Agustino, Angel Latorre, en Venezuela.

   Al principio, Lorenzo publicaba sus obras en papel pautado, manuscrito por él solo, hasta que su hijo mayor Carmelo pudo empezar a prestarle ayu­da en esta penosa tarea: penosa, porque de cada pieza tenía que hacer transcripciones adecuadas para todos los instrumentos de la Banda: clarinete, bajo, cornetín, bombardino, etc. Más tarde, al aumentar su clientela, las publicó siempre impresas, en cuadernillos apaisados de 22 x 15,5 cms., con el titulo genérico de EL RECREO MUSICAL - BAILABLES PARA GRANDES Y PEQUEÑAS BANDAS. Las coleccionaba en series anuales, que empezaban casi siempre con un pasodoble y terminaban con una jota. Sus principales casas editoriales fueron las siguientes: Litografía e Impresión de Música de Joaquín Mora, calle Aragón, 217, Barcelona; Ediciones Nosk, San Sebastián; Ediciones de Música Zabalza, Pasaje del Crédito, 8, Barcelo­na; Imprenta Catalán, Corella; Impresiones Musicales V. Zabalza, Artajo­na, y Ediciones de Música Willy, calle Mallorca, 131, Barcelona. En sus co­mienzos de compositor, el Ayuntamiento de Fitero, dándoselas de mecenas filarmónico, acordó en la sesión del 18 de diciembre de 1912, dar a Lorenzo 25 pesetas, «por la composición de piezas musicales» [8].
Las Series anuales completas de sus obras que hemos visto, pertenecen a los años 1916, 1918, 1925, 1932, 1934, 1940, 1942 y 1946. También hemos tenido en nuestras manos las Series Extraordinarias FLORES DE MI TIERRA, con 12 piezas, y RAMO DE CLAVELES, con 10, así como algu­nas piezas sueltas, publicadas aisladamente, como el pasodoble Caparroso a Rada y el capricho ¡Viva Galicia!
En un principio, cuando Lorenzo hacia sus primeras series a mano, ven­dió algunas de cinco piezas, a 4,50 pesetas; pero, al parecer, desde 1912, empezó a vender a 12,50 pesetas, las de ocho y diez piezas, manteniendo es­te precio, por lo menos, hasta 1934, según hemos podido comprobar. Desgraciadamente, en las Series Anuales, falta, a veces, el precio; y en las Extraordinarias, el año. Todavía es más raro que consigne la tirada, la cual en la Serie 1946 fue de 250 ejemplares. La máxima tirada de una pieza suya fue la del pasodoble Caparroso a Rada, pues se imprimieron 1.500 ejempla­res para Banda y otros tantos para piano. Su precio era 3 pesetas el ejemplar, y le produjo a Lorenzo un beneficio neto de 5.000 pesetas, el cual no estaba del todo mal para el año 1926. Con cierta frecuencia, sus obras llevaban alguna letrilla cantable del mismo Lorenzo Luis, del notable poeta regional, don Alberto Pelairea o del vecino Eladio Pina, «bersolari» campe­sino. Entre las obras de que tenemos noticia, figuran 37 pasodobles, 15 jo­tas, 13 valses, 11 marchas, 10 fox-trot, 9 mazurkas, 8 polkas, 7 tangos, 7 schotis, 5 dianas, 4 habaneras, 2 danzones, 2 rumbas, 2 rancheras, 2 pot­pourris, 2 piezas religiosas, 1 pericón, 2 pasacalles, 1 one-step, 1 corrido, 1 capricho, 1 serenata, 2 canciones y 1 obra teatral.
Lorenzo Luis tenía la costumbre de poner a menudo a sus piezas títulos alusivos a las personas y cosas de Fitero, y, a veces, de otros lugares. Las personas eran, de ordinario, jóvenes de su época, las cuales son ahora personas bastante mayores o fallecidas. Con la ayuda de nuestros informado­res, hemos logrado identificar a no pocas; pero no a todas. Así, pues, paras finalizar este estudio bio-bibliográfico, vamos a consignar por grupos homo­géneos los títulos de todas las obras de Lorenzo de que tenemos noticia, an­tes de que acaben por perderse, añadiendo las notas aclaratorias que hemos recogido sobre bastantes.

PASODOBLES


EL FITERANO: Se publicó el día del Corpus Christi, en el concierto celebrado en el Paseo de San Raimundo, de 5 a 7 de la tarde, el 6 de junio de 1912.
EL VOLAPIE: Se publicó en la Serie 1918 y era una alusión al famoso matador de toros y gran volapiecista, Vicente Pastor, que venía todos los años a los Baños de Fitero y se cortó precisamente la coleta en 1918.
A ORILLAS DEL ALHAMA: Data de 1925 y lo dedicó Lorenzo a Eusebio Díaz (el Botero), el día de San Juan Bautista, en que la Banda Municipal fue a tocar, por la tarde, en la finca que tenía Díez en la Mina, a orillas del Alhama.  En agradecimiento, Eusebio, que criaba vacas lecheras, regaló a Lorenzo toda la leche que se consumió en su café, el siguiente día festivo.

CAPARROSO A RADA. Data de Febrero de 1926, a raíz del primer vuelo directo de España a la Argentina, realizado en el hidroplano PLUS ULTRA, por los aviadores Ramón Franco, Julio Ruiz de Alda, Juan Durán y Pablo Rada; éste último caparrosino y mecánico del avión. Ya hemos anotado el éxito que tuvo esta pieza, editada a todo lujo por la Litografía e Impresión de Música de Joaquín Mora, de Barcelona, con un retrato de Rada en la portada. En realidad, era un himno-pasodoble, con letra de don Alberto Pelairea, que comenzaba con esta estrofa:


                  Por Pablo Rada, un cantar,
                  todo amor y patriótica fue,
                  pues, por su audacia sin par,
                  Caparroso afamado se ve.

Y terminaba con esta otra:

                   Todo Caparroso,
                   hecho verso y oración,
                   por Navarra y por España,
                   alce a Dios el corazón.

JESUS-MARI: Dedicado al primer nieto de Lorenzo, Jesús María Luis Arreytunaindia, en 1942.
FITERO A VILLALTA: Data de 1927 y fue estrenado en el concierto celebrado por la mañana, en el Paseo de San Raimundo, el domingo, 30 de octubre de dicho año, con motivo de la fiesta organizada en honor del matador de toros, Nicanor Villalta, quien, aquella tarde, toreó dos novillos, en la Plaza de Toros de Fitero, a beneficio de los pobres del Hospital [9] local. Para este pasodoble escribieron letras, con cuatro estrofas cada uno, don Alberto Pelairea y Lorenzo Luis. La de don Alberto comenzaba así:

Es Villalta, en este día,
hombre bueno y gran torero,
que todo su arte envía
a los pobres de Fitero. [10]

A su vez, la de Lorenzo Luís lo loaba de este modo:

A Villalta le cantamos
agradecido este pueblo.
Este rasgo de nobleza
en la vida olvidaremos.
AL QUIEBRO: Pasodoble torero, publicado en la Serie 1932. Es probable que se refiera al banderillero Escolástico Mendoza (Escola), que vino muchos años a las corridas de la Virgen de la Barda y ejecutaba muy bien la suerte de banderillas al quiebro. Su oficio propio era el de puntillero de Matadero Municipal de Zaragoza.
¡ANGELINES, QUE OJOS TIENES!: De la Serie 1934. Aludía a la Srta. María de los Angeles Pérez Albizu, una esbelta y guapa joven de Burguete, que venía a pasar temporadas en casa de su tío, don Tomás Ruiz de Mendoza, farmacéutico, a la sazón, de Fitero.
EL TOLEDANO: De la Serie 1934.
EL RODELA: Sin fecha. Fue dedicado a Baltasar Gracia, apodado el Rodela, que era aficionado a la música.
EL POBRE NICOLÁS: Sin fecha. Dedicado al trombonista de su Banda, Nicolás Fernández.
FELINES: De la serie “Flores de mi Tierra”, sin fecha, dedicado al niño, Félix Aliaga Sáenz, hijo de Julio y de Conchita. Actualmente es un acreditado farmacéutico de Pamplona.
LAGARTO: Sin fecha. Se refería a una marca de jabones que fabricaba, a la sazón, en San Sebastián la empresa industrial Lizariturri y Rezola. Este pasodoble publicitario fue de los que proporcionaron más dinero a Lorenzo, pues, además de la partitura para Bandas, se vendió también en discos. Te­nía una letrilla, una de cuyas estrofas decía:
Si lavas con el Lagarto,
su espuma te exhalará
perfumes de los jardines
que tiene San Sebastián.
CLUNIA: Sin fecha. Se refería a la fiesta que celebran los cerveranos, nuestros vecinos de la Rioja, el lunes de Pascua de Resurrección, en conme­moración de la traída de agua potable a su ciudad, desde Clunia, antigua fortaleza y población romana, situada entre Cervera y Aguilar del Río Al­hama.
NOLASCO EL PESCADOR: Sin fecha. Dedicado al vecino Nolasco Rupérez, que era muy aficionado a la pesca.
¡QUE GUAPA ESTÁS!: Sin fecha. Se refería a Raimunda González (Mundi la Tabernera) y tenía esta galante letrilla:
                   Con el pelo ondulado, ¡qué guapa estás!
Antes eras bonita; pero ahora más.
Todos los de Fitero te lo dirán.
Con el pelo ondulado, ¡qué guapa estás!
¡ARRIBA EL LIMON!: Sin fecha. Tenía una letrilla que comenzaba así:
¡Arriba el limón!
¡Abajo la lima!
¡Ay limón, limón, limón,
limonera de mí vida!
MEDRANO SE CASA: Sin fecha: Se refería a Manuel Medrano Octavio de Toledo, un solterón acomodado, ya madurito. Tenía una letrilla, cuyo comienzo era el siguiente:
Medrano se casa
y será feliz.
La mujer de sus amores
es hembra de gran postín.

Pero no se casó con ésta, sino con otra más humilde, pero más bonita, llamada Carmen Pueyo.
SAN SEBASTIAN (Café-bar del Norte): De la Serie 1946. Llevaba esta dedicatoria impresa: «A mis distinguidos amigos, don Tomás Celigüeta y Eduardo Urquía» y tenía una letra, también impresa, de la que copiamos la primera estrofa:
Dicen que es San Sebastián
una tacita de plata;
y no existe otro lugar,
donde la vida es más grata.

VISCASILLAS: De la Serie 1946. Fue dedicado al joven José María Viscasillas Yanguas, hijo del organista de la Parroquia de Fitero.
PASO ADELANTE: De la Serie «Ramo de claveles» (1916).
REMIGIO TORRÓ: Sin fecha. De la serie «Flores de mi Tierra», lo mis­mo que EZCURDIA, ignorándose en ambos casos a quién se refería.
PERFUMES DE MI TIERRA: De la Serie 1925.
ECOS DE LA MONTAÑA: De la Serie 1932.
¡VIVA LA GRACIA!: De 1915. Sin duda, dedicada a una joven guapa desconocida.
EL 14 DE SEPTIEMBRE, ¡VIVA LA EMPRESA!, CORRE QUE VUELA, ENTRADA EN MADRID y TODO POR ESPAÑA: Sin fechas ni referencias.
ITALO, HIGINIO, ALDO y ROBERTO: De la Serie 1940. Dedicados a otros tantos militares italianos que anduvieron por Fitero, en aquella época.
RUFINA DE MIS AMORES: De la misma serie. Al parecer, se refería a una joven fiterana de la que estaba enamorada uno de los anteriores.

JOTAS

ROSITA: Se estrenó el día del Corpus Christi de 1912, en un concierto celebrado en el Paseo de San Raimundo. Rosita era la señorita gallega, Ro­sa Herrero Besada, hermana del médico local don Miguel, a la que don Al­berto Pelairea dedicó una semblanza galante, en el nº 41 de la VOZ DE FI­TERO, del 12 de enero de 1913.
¡VIVA ALCANADRE!: Data de la 2ª década del siglo actual. Tenía la siguiente letrilla:
Tengo que ir a Alcanadre
a beber su rico vino
y a ver al pueblo más noble
que en la Rioja he conocido.
FILVÁN: De la Serie «Ramo de Claveles» (1916). Filván significa corte áspero o rebaba que queda en el filo de una herramienta, después de afilada. Es probable que le enseñase a Lorenzo esta rara palabreja el carpintero Patricio Alfaro o su hijo Carlos, cuyo taller estaba próximo al café de aquel, aunque también pudo enseñársela el afilador Luis Díaz. Y a alguno de ellos debió dedicar esta jota.
LA PILDORA DE TOMAS: De la Serie 1925. Se refería al farmacéutico local, don Tomás Ruiz de Mendoza. Ignoramos qué píldora sería ésa; mas, desde luego, no era la anticonceptiva, porque no se había inventado todavía.
BAILA, NICOLASA: De la Serie 1934. Se refería a Nicolasa Sainz cuyo verdadero nombre de pila era María y no Nicolasa ni Colasa, como la llaman. En su juventud, bailaba tan bien la jota que le hacían corro en el Paseo de San Raimundo.

EL RIEGO DE LA VIÑA: Sin fecha. Dedicada a Eladio Pina el Hospinetero, del cual era la letrilla, que comenzaba así:
Cuando su viña regaba,
cantaba así el regador:
El vino que da mi viña
es de todos el mejor.
LA MAÑICA: De la Serie 1946. Se refería a la guapa joven Dolores González, hija del barrendero municipal, Valentín González Bayo, apodado el Maño.
¡VIVA LA PEPA!: Sin fecha. ¿A qué Pepa se refería: a su cuñada Josefa Díaz o a la vistosa moza, Pepa Iñúñez Fernández?
LEJÍA CASTEJONERA: Sin fecha. Se refería a la fabricada en Castejón por don Eloy Tejada y actualmente por su hijo Eloy, con el nombre de «Lejía Nácar». Tenía una letrilla que comenzaba de este modo:
Lejía castejonera
¡qué acreditada te ves!,
pues te encuentras por doquiera,
cuando lava una mujer.
EL VINO DE FITERO: Sin fecha. Su letrilla - probablemente de don Alberto Pelairea - era la siguiente:
Es el vino de Navarra
famoso en el mundo entero
y su fama se agiganta,
si es el vino de Fitero,
porque con aguas termales,
se riegan nuestros viñedos.
NO SABES DÓNDE HAS NACIDO: Sin fecha. Ya hemos anotado el origen cronológico de esta jota.
SUBE Y BAJA, MARIA: De la Serie 1932.
LA PRIMAVERA: De 1918.
MERCEDES LA MOLINERA: De la serie «Flores de mi Tierra». Se re­fería a la señorita Mercedes Francés.
MARGARITA LA MALLORQUINA: De la Serie 1940. Se refería a la primera mujer del militar fiterano, Félix Gómez Fayos, la cual era, efectiva­mente, mallorquina y se llamaba Margarita Bonnin.

VALSES

NO TE PRESUMAS: De la Serie 1925. La presumida era la joven Nati González que, por entonces, tenía de qué presumir.
TENGO UN YO-YO: Sin fecha. Dedicado a su hija Angelita Luis, que bailaba muy bien este juguete. Tenía una letrilla que comenzaba así:
Tengo un yo-yo, tengo un yo-yo,
que sube y baja, María.
Tengo un yo-yo, tengo un yo-yo,
que por nada lo daría.
LOS BAÑOS DE FITERO: Sin fecha. Tenía una letrilla de don Alberto. Pelairea, que comenzaba así:
Son los Baños de Fitero
la cosa más especial,
pues, por muy poco dinero,
nos curan de todo mal.
¿POR QUE TE CORTAS EL PELO?: Sin fecha. Ignoramos a qué señora o señorita se dirigía esta letrilla apostrofante y poco galante:
¿Por qué te cortas el pelo,
sin que te lo mande yo?
Con el pelo te quería,
pero sin el pelo no.
CARMELO: Sin fecha. Dedicado a su primogénito Carmelo Luis Díaz.
MURMULLOS DEL BOSQUE: De la Serie 1918.
SOÑANDO EN TI: De la Serie 1932 (Habría sido más correcto «Soñando contigo»).
INTUITO: De la Serie 1934. Intuito significa vista, ojeada, mirada. (¿De dónde sacaría Lorenzo esta palabra culta, desconocida en Fitero? ¿Y a qué aludía o a quién aludía? Misterio).
ECOS DEL ALMA: De la Serie «Flores de mi tierra».
VELADO: De la Serie 1946. Debió ser el último vals que compuso Lorenzo y como un presentimiento de su próxima muerte, pues su cadáver fue velado poco después.
¡MADRE, QUE VIENE EL GAITERO!: Sin fecha ni referencia.
MAL TE VEO, FELICIANO: De la Serie 1940. Ignoramos a quién se refería; pero si Lorenzo lo veía tan mal, es que tal individuo era un infeliciano.
FADRIN: De la misma Serie. Es un provincianismo que, en Valencia quiere decir, mozo, joven, soltero; y en Cataluña, aprendiz aventajado de un oficio manual. ¿A quién se refería?

MARCHAS
A)  Fúnebres

¡POBRE MARI!: Dedicada la muerte de su madre política, María Esteban Latorre, fallecida en Fitero, el 17 de marzo de 1918.
A LA MEMORIA DE JOSE LATORRE FERNANDEZ: Fue muerto en el frente de guerra de Sigüenza, el 20 de septiembre de 1936.
¡POBRE LUIS!: Dedicada a la memoria de su hermano Luis. Apareció en la Serie 1946; pero su hermano había ya muerto, hacia tiempo.
DESCANSA EN PAZ: Sin fecha ni referencia.

B) Militares

VALENZUELA: Sin fecha. Dedicada al comandante don Manuel Valen­zuela la Rosa [11], cuñado del industrial fiterano, don Gervasio Alfaro [12]. Venía con frecuencia a veranear en Fitero, alojándose en la casa nº 35 de la calle Lejalde. Por esta pieza, regaló a Lorenzo una batuta de plata, con su co­rrespondiente estuche, la cual solo usaba el día de la Virgen de la Barda.
COUESNON ET CIE: Data de 1944 y fue dedicada a Mr. Couesnon, industrial de París, que fabricaba instrumentos de música y remitía a Loren­zo, acuñados con la firma de la Casa, los destinados a su Banda.

C) Religiosas

LA VIRGEN DE LA BARDA: Marcha regular sobre motivos de las no­venas de la Patrona de Fitero. Fue publicada en la Serie «Ramo de Claveles de 1916».
SANTA ISABEL, SANTA IRENE, LA VIRGEN DEL CAMINO: Sin fechas ni referencias especiales.
CORPUS CHRISTI: Idem.

FOX-TROT

BELLEZA DE ARANJUEZ: De la Serie «Ramo de Claveles» (1916).
EL IDEAL: De la Serie 1918. «El Ideal» fue un antiguo baile de la calle Lejalde, junto a la actual Casa Martiniano.
SONRIO Y LLORO: De la Serie 1925.
LOS SUSPIROS DE RAIMUNDA: De la Serie 1932. Se refería a su cu­ñada Raimunda Díaz.
JOAQUINILLO: De la Serie 1924. Se refería a su primo Joaquín Latorre, actual baterista de la Banda Municipal.
FÓCULO: Sin fecha. Fóculo significa «hogar pequeño» y tenía una letrilla que comenzaba así:
Hogar pequeño tengo,
nido de ruiseñores,
y un amor verdadero,
que son mis ilusiones.
MELERO, PROCERO: Son dos piezas de la serie «Flores de mí tierra, sin fecha ni referencias. Melero significa «payo, campesino»; y prócero «prócer, alto, eminente».
SAN ANTONIO SE OPONDRÁ: De la Serie 1940. Debía referirse a al­gún noviazgo o boda, pues es sabido que San Antonio es, en España, el Santo casamentero; pero ignoramos de quiénes se trataba.
LOS SECRETOS DE SIXTO: De la Serie Especial Aromas y Flores. Es claro que, tratándose de secretos, no hay nada que añadir.

MAZURKAS

DELICIOSA PALMA: Se estrenó el día del Corpus Christi de 1912.
PRESENTACION: De 1923. Dedicada a la Srta. Presentación Sainz, que, en aquella época, tenía, en efecto, una buena presentación y represen­tación.
LAS CUATRO PALOMAS: De 1924. Se refería a las cuatro guapas jóvenes Mariana Frías, María Pérez, Mercedes Gracia y Rosario Yanguas, principales actrices de las funciones teatrales que se representaban en el Co­legio de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana [13].
GLORIA PURA: De la Serie 1925. Sobre su referencia hay dos ver­siones [14]. Según una, Gloria Pura era la Sra. Pura Pérez, esposa del farmacéu­tico, don Tomás Ruiz de Mendoza; y según otra, se refería a la hermosa jo­ven tudelana, Gloria Alba, casada recientemente con Luis Palacios Martínez Pelletier.
SUFRIENDO POR TI: De la Serie 1928 ¿Quién sufría? ¿El mismo Lo­renzo o algún otro vecino o vecina que le encargó esta mazurka sufriente? ¿Y por quién?
DOFRINES: De la Serie 1932. Dofrines es el nombre que se aplica a los montes de la cordillera que recorre la Escandinavia de Norte a Sur, separan­do Suecia de Noruega. Pero Lorenzo ¿no se referiría más bien a algún cono­cido, apodado o apellidado Dofrines?
ISABELITA: De la Serie 1934. Se refería probablemente a Isabelita Pa­lacios Martínez.
¡AY, QUE DISGUSTOS, DOLORES!: De la Serie 1940. Desde luego, los disgustos siempre van seguidos de dolores.
¡NO ME OLVIDES, POR FAVOR!: De la serie Aromas y Flores. Tal vez, algún encargo para una enamorada o enamorado.

POLKAS

REMEDIOS: Polka de cornetín, de la Serie 1918. Se refería a la Srta. Remedios Liñán, hija del estanquero Santos, vecino del café de Lorenzo y una de las jóvenes más vistosas de aquella época.
GUADALUPE: De 1923. Dedicada a Guadalupe García, sirvienta de la familia de Lorenzo.
LAS MIRADAS DE JOAQUINA: De la Serie 1934. La aludida era la joven Joaquina Andrés Vergara, que, por lo visto, tenía unas miradas electrizantes.
CÚRBANA: Polka de cornetines, de la Serie «Flores de mí Tierra». La cúrbana es un árbol silvestre de Cuba, muy oloroso y de flores rosadas, que produce una canela inferior a la común. Como Lorenzo no era precisamente un botánico, nos figuramos que le enseñó esta palabrería, así como las de meleno, prócero y zamacueca, que están en la misma serie, su vecino don Ramón Martínez Azcárate, apodado el Cubano, aunque era asturiano, por haber vivido bastantes años en aquel país. Residió algún tiempo en Fitero, antes de la Guerra Civil de 1936-39, en la calle Mayor, nº 27; es decir, al lado de Lorenzo Luís. Tenía tres hijas muy guapas, apodadas naturalmente las Cubanas.
MELSA: Pertenece a la serie «Ramo de Claveles» de 1916. Melsa signifi­ca flema, cachaza.
NO LO DUDES: De la Serie 1925. ¿A qué y a quién se refería la duda?
NI MAS NI MENOS: De la Serie 1932.
NO TIENES RAZON: De la Serie Especial Aromas y Flores. Sin fecha.

TANGOS

EL 606: Fue estrenado el día del Corpus Christi de 1912 y dedicado al joven aprendiz de escultor, Fausto Palacios, que ocupaba la habitación nº 606, en la Escuela Salesiana de Bellas Artes de Sarriá (Barcelona).
DULCE ILUSION: De la Serie «Ramo de Claveles» de 1916.
NO SEAS ZALAMERO: De la Serie 1925.
ALBERTIN: De la Serie 1932.
CALVERO: De la Serie 1946. Calvero significa un claro entre pinares, y también, gredal.
DE LLEVARME EL DIABLO...: De la Serie Especial Aromas y Flores. Es el comienzo del siguiente dicho popular: «De llevarme el Diablo, que me lleve harto». Es probable que lo compusiera Lorenzo, después de una buena comilona y bebilona.
DE FLOR EN FLOR: De la misma Serie. No creemos que se refiriera a ninguna cándida mariposa; sino a algún frívolo mariposo.

SCHOTIS

JUANITO: Se estrenó el día del Corpus Christi de 1912. Juanito era un joven gallego, cuyo nombre completo era Juan Ignacio González López. Vi­vió unos pocos años en Fitero y era un buen aficionado a la música y a la poesía. Tocaba la bandurria y escribía versos románticos en LA VOZ DE FITERO, con el seudónimo de Juan de la Reina.
CUPLÉS DE DOÑA FERMINA: Fueron estrenados en noviembre de 1915 y pertenecían al sainete lírico Doña Fermina, con música de Lorenzo Luis y letra de don Alberto Pelairea; pero su música no apareció impresa hasta el año siguiente, en la serie «Ramo de claveles». Los cuplés, con músi­ca de schotis, fueron cantados, en el estreno, por la Srta. Mariana Frías.
COSAS DE JULIO: De la serie 1932. Se refería a Julio Martínez, un vecino corpulento y gotoso, asiduo concurrente al «Mentidero de San Anto­nio», donde dirimía todas las cuestiones, a fuerza de voces estentóreas.
NO ME QUIERES Y ME BESAS: De la Serie 1934. ¿Quién sería esta prójima fingida y zalamera? O prójimo. Vaya usted a saber.
RAMIRO DE MI QUERER: De la Serie 1940. Parece que se refería a una bonita muchacha fiterana que estuvo enamorada de un oficial italiano, llamado Ramiro; pero no se casó con él. Así, pues, no aprendió a hablar el italiano.
FERNANDITO: De la serie especial «Aromas y Flores». Dedicada a su hijo menor Fernando, nacido en 1930.
ASI SE BAILA: De la misma Serie. Sin duda, se refería a alguna pareja de bailones castizos, como los de La Bombilla, de Madrid.

DIANAS

LAS COSAS DE HERMENEGILDA: De la Serie «Ramo de Claveles” de 1916. Se refería a la señora Hermenegilda Díaz, de oficio colchonera; pe­ro ignoramos qué cosas serían esas, además del dedal, del hilo, de la aguja y de las tijeras. Las mujeres siempre tienen secretos.
HIMNO A FITERO: Sin fecha. Tenía una letra de don Alberto Pelairea que comenzaba así:
Porque en el mundo entero,
no hay un pueblo mejor,
alcemos por Fitero
un canto todo amor;
con luz de sus campiñas
y luz de amanecer,
con verde de sus viñas
y flores de mujer.[15]

ASOMATE, DOLORES: Sin fecha.
GOTAS DE ROCIO: De la serie 1946.
YA EMPIEZA LA FIESTA: De la serie 1940. Ignoramos a qué fiesta se refería.

HABANERAS

HABANERA DE LOS MUSICOS: De la Serie 1918. Se refería a los mú­sicos de su Banda.
HABANERA DE DOÑA FERMINA: De 1915. Su letrilla, escrita por don Alberto Pelairea y estrenada por Mariana Frías, comenzaba de esta ma­nera: «Cuba,  - Cuba querida,  - isla adorada,  - playa florida,  - Manigua amada,  - por ti suspira  - mi corazón»:
LA NIÑA DE LOS CLAVELES: De la Serie 1934. Ignoramos a qué jovencita se refería.
REMEDITOS: De la Serie 1940. Se refería a la Srta. Remedios Calleja Pérez, que era entonces un lindo pimpollo.

PASACALLES

QUIQUE: De la Serie 1946. Quique era un perro de José Falces, bajo de la Banda Municipal, a quien acompañaba a todas partes, menos a la iglesia,
SIGUE TU CAMINO: De la Serie Especial «Aromas y Flores». Tratán­dose de un pasacalles, el consejo no podía ser más sensato.

ONE-STEP

BETI-JAI: De la Serie 1934. Beti-Jai significa en vasco «siempre de fies­ta» y era el nombre de un frontón de Logroño, en aquella época.

CORRIDO

LA LOMBRICINA PELLETIER: Era un medicamento inventado por el farmacéutico local, don Fernando Palacios Pelletier. Tenía una letra que empezaba así:
Si quieren que sus hijos la salud conserven bien,
tomen la Lombricina de Palacios Pelletier.

CANCIONES

CANCION HUNGARA: De 1915. La cantaba Mariana Frías en «Doña Fermina» y empezaba así:
Era una húngara hermosa,
que hizo a su raza traición
y que de huir de los suyos
sentía la tentación.

DEOGRACIAS: De la Serie 1932. Deogracias Hernández era un tipo po­pular, por su carácter bohemio y su lenguaje afectado. A un vecino que le preguntó de dónde venía, contestó: «Vengo de dar agua a las sedientas cor­núpetas» (unas vacas). Se casó tarde con una forastera y las canciones o cu­plés, impresos en la misma partitura de Lorenzo, eran dos, referidos a él y a ella. El primero, atribuido a su mujer, decía así:
Deogracias, Deogracias:
enfermo debes estar,
pues no me haces caricias
y yo me voy a enfadar.
El segundo, atribuido a él, era un poco chapucero y no vale la pena reproducirlo.

CAPRICHO

¡VIVA GALICIA! (El amanecer): Sin fecha. Editado aparte, con una buena ilustración en la portada.

SERENATA

HORAS DE PLACER: Sin fecha. Obtuvo un segundo premio, en un concurso nacional de Bandas, celebrado en Valencia.
DANZONES

MARTINIANO CASADO: Sin fecha. Dedicado a un popular tratante de ganado, cuyo recuerdo se conserva todavía en la fachada de la que fue su casa, en la calle Lejalde, nº 30. Tenía una letrilla que empezaba así:
                                               Es Martiniano Casado
                                               un tratante emprendedor,
                                               cuyos ganados no tienen
                                               jamás trampa ni cartón.

CONSUELO: Sin fecha. Su galante letrilla se refería a la bella joven Consuelo Jiménez Romano, y empezaba así:
                                               Consuelo del alma mía,
                                               cuando te veo
                                               tan resalada y bonita,
                                               yo me mareo.

RUMBAS

ZAMACUECA: De la serie “Flores de mi Tierra”. La zamacueca es la danza nacional de Chile, donde la llaman abreviadamente “Cueca”; y en otros países, “Chilena” y “Marinera”.
MALDITA PENA: De la Serie 1946.

RANCHERAS

BAILA, JULITA: De la Serie “Flores de mi Tierra”. Julita era su vecinita de la calle Mayor, nº 23, Julita Muro Val.
ASI ME PAGAS: De la serie anterior. Ignoramos quién sería este mal pagador o pagadora.

POT-POURRI

MI-CHIVIN: Sin fecha. Chivín es diminutivo de chivo. Tenía una letrilla que empezaba así:
                                      ¿Dónde estará mi chivín?
                                      Mi papá me lo compró
                                      y yo no sé como fue,
                                      pero ayer se me perdió.

AIRES DE MI PUEBLO: De 1944.

PERICÓN

TODO PARA TI: De la Serie “Ramo de Claveles” de 1916.

MUSICA RELIGIOSA

ROSARIO DE LA VIRGEN DE LA BARDA: Sin fecha. Se interpreta todavía por la iglesia y por las calles, la víspera de la Virgen de la Barda.

OBRA TEATRAL

DOÑA FERMINA: Sainete lírico, con libreto de don Alberto Pelairea, estrenado en 1912, por muchachas aficionadas de Fitero, en un escenario montado en el Paseo del Colegio de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana. Sus principales intérpretes fueron las agraciadas jóvenes Mariana Frías, Mercedes Gracia, Rosario Yanguas, María Pérez, Mercedes Francés, Engracia Yanguas y María Jesús Armas. La obra fue repuesta en el Teatro Gayarre por una Compañía profesional en 1915.

(Damos las gracias a nuestros numerosos informadores y, en especial, a los antiguos componentes de la Banda de Lorenzo Luis, señores Nicolás Fernández y José Latorre Ochoa; y a la hija de Lorenzo, señora Angelita Luis).






[1] La Banda del Carrascas, p. 255 de este libro.
[2] En 1992, el Ayuntamiento de Fitero le realizó un pequeño homenaje con motivo del I Centenario de su nacimiento. En él participaron el Coro de Voces Graves de Pamplona, la Banda de Música de Tudela y la Banda de Música de Fitero. También se celebró una misa y se depositó un ramo de flores ante su tumba. El tríptico en le que se anunciaban los actos estaba introducido por un texto de Manuel García Sesma.
[3] Ver artículo de R. F. G. en la Revista Fitero-89: “Fray Joaquín Aliaga. Párroco de Fitero.”
[4] Ver página 264.
[5] Hoy reconvertido en habitaciones de la misma Residencia.
[6] Libro de Actas de 1912-14, fol. 129. A.M.F.
[7] Además de las recogidas en el texto de Manuel García Sesma, la Sociedad General de Autores de Euzkadi tenía registradas, en noviembre de 1998, las 209 piezas siguientes, por órden alfabético: A esta fiesta hemos llegado; A las Brigadas Navarras; A los Toros; Aipletas de Doña Fermina; Aires de Moncayo; Aja mi viejo; Al quiebro torero; Ya no me quieres; Ya se terminó la Fiesta; Ya te cogi; Ya torea Villalta; Ya viene el día; Yo no sufro más por ti; Yo te diría; Zabalza; Zadrin; Zurra Manchego; Villarito; Viva el Ejército Español; Viva la alegría; Viva mi pueblo; Viva mi tierra; Ya llueve poquito a poco; Ya me olvidaste; Suspiros de mi tierra; Te apartas de mi; Te vas y me dejas; Tesoro; Todo por España; Triqui; Tuli Tuli; Una señal te quedó; Urbina; Valor y arrogancia; Villarido; Santa Lucía; Santidrian; Secreto de Sixto; Si tu supieras; Siempre enamorado; Silvan; Sol argentino; Soñando en ti me despierto; Su entrada en Madrid; Sube y baja María; República Española; Requiebro; Roberto; Rufino el de la Fuerte; Rufino el de la Suerte; Rutillar; Rutillera; San Adrián; San Antonio se pondrá; Purificación; Qué Gaucho; Qué guasón; Qué infeliz; Qué ojos tienes; Que si quieres morena; Raimundico; Ramiro de mi querer; Ramoncito; Rayos de Luz; Redriles; Redule; Pelarica; Petunia; Pilarica; Pitos y Palmas; Por la Ventana he; Por tus versos mi recuerdo; Postijonesa; Prefiero tu amor; Punto; No me olvides por favor; No seas ingrata; No te olvidaré; No temas por eso; No tienes razón; No tires ingrata; Noche amorosa; Parala; Paridri; Pasticulo; Pelania; Mi amado; Mi cada; Micaela; Molina; Monina; Moquete; Morina; Mortillico; Motillico; Muy cerca de la fuente; Natividad; Marcelino, Marcelino; Mari Tovi; Maribel; Maroma; Martillico; Mary Tay; Me quieres por algo será; Me tienes loco; Melliza; Las miradas de Jacinta; Las penas de Juan; Las tres copas de Rufino; Levantate; Los consejos de Lober; Los reflejos de Elena; Los Santos de Mahoma; Los suspiros de Raimundo; Los tropiezos de la Patro; M Amoldo; Madre que viene el gaitero; Mal te veo Feliciano; Maquete; Jayan; Jilvan; José que alegre estás; Joselito de la Cal; La Maroma de Felipe; La Pastejonesa; La Roma de Felipe; La torna boda; La Vida de Fígaro; Las Brigadas Navarras; Las malas lenguas; Gayan; Gilvan; Gonzala González; Gratitud; Guinderica; Ilusión; Institnto; Intuido; Felipes; Felisin; Feliz despertar; Fetiche; Flamígero; Flor de la Ribera; Foenlo; Eladia de mi vida; Enchufes no; Engracia Josefina; Entre zarzas; Eres mi encanto; Es muy grande me querer; Espero a Villalta; Farala; Farola; Fascículo; Fascinado; Fe y esperanza; Don Juan López; Dulzuras de la Manana; Ecos de la Montaña; El ascensor; El chico de las gaseosas; El cisne; El golfo y el matón; El jardín del amor; El Santo de Perico; Crispulin; Cuplés de Fermin; De las Rosas; De tus labios un beso; Del oasis llegó Ricardo; Demetrio de la Portilla; Despierta Dolores; Difilo; Dofrines; Cerca de Aragón; Cerca de tu huerto estuve; Chiquitin enfermo; Chirloya; Chuletas empanadas; Cimarosa; Colección de Bailables; Con esperanza; Conesmón; Contigo al Cielo; Corrincho; Baño que me diste; Baridri; Boda de Sigarra; Bodas Hermenegilda; Boyorno a la Matina; Cantina de las Flores; Capullito, Capullito; Caricias de amor; Carita de Cielo; Cartagenera; Catachus; Amalio Andueza; Anda chiquito; Anda y díselo a tu madre; Angelita; Arbizu; Arriba España; Así me pagas; Así se baila; Asómate Dolores; Ay Manuela. Fuentes: Sociedad General de Autores. San Sebastián.
[8] Libro de Actas de 1912-14, f. 57. A. M. F.
[9] Con la extinción del Monasterio, quedó más o menos abandonado el Hospital que sostenía (casa nº 35 del Barrrio Bajo), aunque continuó funcionando, a cargo del Ayuntamiento, como Hospital Municipal según se desprende de algunas defunciones ocurridas en él, como la de Eulogía Liñán, el 20-I-1850. Este Hospital mísero y que dejaba mucho que desear, fue sustituido por el Santo Hospital de San Antonio, el cual fue abierto el 21 de cidiembre de 1902, siendo Alcalde D. Juan Cruz Lahiguera, y Párroco, D. Martín Corella. Se instaló en la Plaza de las Malvas, ocupando la planta baja de la actual Residencia San Raimundo, en el antiguo convento cisterciense. Se encargaron de él las mismas Hermanas de la Caridad de Santa Ana, cuya Superiora, en Fitero, era, a la sazón, la Hermana Petra Goñi. Ejercía el Patronato de este Hospital una Junta compuesta por el Alcalde, el Párroco y el Secretario del Ayuntamiento, como Vocales natos, y otros cuatro vecinos designados por el Ayuntamiento, de entre los cuales se elegía al Administrador. El flamante Hospital tenía 10 camas, distribuídas en dos Salas (una para hombres y otra, para mujeres) y acogía a enfermos indigentes de ambos sexos, por un periodo discrecional, que ordinariamente era de 15 días, pasados los cuales, los enfermos, cuando el caso lo requería, eran trasladados al Hospital Provincial de Pamplona. A las Hermanas se les dio, en un principio, por este servicio, 500 pesetas anuales y una asignación diaria por enfermo, que oscilaba entre 0´50 y 1 peseta, según su número. Como se comprenderá, con esta raquítica asignación, las Hermanas no podían regalar a los hospitalizados con manjares.
Treinta años después de su fundación, en una comunicación oficial, hecha el 19 de marzo de 1932, al Presidente de la Junta Provincial de Beneficiencia de Navarra, por el Alcalde D. Jacinto Yanguas, se hacía constar que el Hospital de la localidad no poseía fincas rústicas ni urbanas y que sus valores públicos consistían en los siguientes: a) cinco acciones de la Deuda Provincial (2.500 pesetas); b) dos imposiciones anuales en el Crédito Navarro (9.000 pesetas); dos imposiciones de la Caja de Ahorros de Navarra (7.000 pesetas); diez acciones de la Caja de Crédito Popular (259 pesetas). Total: 18.750 pesetas. Las cuales producían un interés anual de 809 pesetas.
De esta suma se daban 700 pesetas anuales a las Hermanas de la Caridad, y con el resto, se atendía, en parte, al pago de las estancias de los enfermos, a lo que contribuían las limosnas de los particulaes, pues no podía hacerse con solo 109 pesetas, que era el sobrante de los intereses. El Hospital de San Antonio duró 68 años, habiéndose hospitalizado, durante ellos, algo más de medio millar de enfermos, con más de 1.500 días de estancia. Su existencia fue verdaderamente precaria, sobre todo, en sus útlimos tiempos (década de 1960-70) en que ya no recibía ninguna subvención del Ayuntamiento y se sostenía con limosnas de toda especie y con una parte proporcional del Cepillo de la Parroquia. Su último administrador fue D. Julián Tovías, quien nos suministró todos estos detalles.
[10] Y continuaba: “Hace su acción soberana / que en perlas de llanto brote. / La más bella fiterana / las prenderá en su capote. // Lo bueno de tus acciones / agradecido nos dejas; / ya tienes más corazones / que a Dios pidan te proteja. // Las aguas de nuestros baños / han traído estos festejos; / si nos curan a Villalta, / pronto los repetiremos. // La nobleza de Aragón / sellada queda en Fitero, / con hechos, no con palabras, / de este valiente torero. // Si ella te cuida y te guarda; / tu Virgen la del Pilar, / la nuestra, la de la Barda, / también te sabrá cuidar.” N. del E.
[11] Estaba casado con Remedios Alfaro y Octavio de Toledo. Tuvieron dos hijos: Elena y Remedios Valenzuela La Rosa Alfaro.
[12] Estaba casado con Carmen Santesteban (Cintruénigo).
[13] “Yo, por ir a por moras, / me enreduje en un zarzal / y que cosa tan hermosa, / me salió de aquel bardal. // Fue la Virgen de la Barda, / nuestra Patrona inmortal, / que de Toledo a Fitero / nos la trajo el Santo Abad. // El Poba está mirando / con muchísimo interés. / El chico ya se merece / que le canten algún cuplé. // Cuando va con la cajeta / a las casas a pedir, / si se tercia, se echa un tragillo, / sin él no puede vivir. / Viva Fitero. Viva Navarra. Viva el pobilla que esto le agrada. // Porque es muy bueno y servicial......” “Doña Remedios Alfaro este piano regaló / y como lo ven ustedes / es regalo superior. / La madre se lo agradece / con cariño y con amor / por ser de una fiterana / que con ella se educó./ Viva Fitero, Viva Navarra. /Vivan las chicas que aquí trabajan. //  El dinero que se saque / de la presente función / lo emplean las Hermanas / para lucir el salón. / Pues, como lo ven ustedes,/ tiene falta de arreglar. / Si no se sube a las tablas / no se puede blanquear. / Viva Fitero. Viva Navarra. / Vivan las chicas que aquí trabajan.” Cuplés escritos, para esas representaciones, por Mercedes Gracia, Rosario Yanguas y Pilar Aguirre. Cantados por Remedios Viscasillas.
[14] Muy probablemente, como sostiene la hija de la señora Pura Pérez, Mª Carmen Ruiz de Mendoza Pérez, esta Mazurka fue dedicada a ambas farmaceúticas: GLORIA Alba y PURA Pérez. N. del E.
[15] Himno a Fitero. Letra del laureado poeta, D. Alberto Pelairea. Música de Lorenzo Luis. (Estribillo). “Porque en el mundo entero / no hay un pueblo mejor, / alcemos por Fitero / un canto todo amor. // Con sol de sus campiñas, / con luz de amanecer, / con verde de sus viñas, / y voces de mujer. // (Estrofa) Gloria a nuestra villa hermosa / que siempre noble y bizarra / es la más brillante rosa / de los huertos de Navarra. // A Fitero eterna gloria, / porque con su sangre brava / en rojo grabó en la historia / esa Cruz de Calatrava. / (Estrofa) Luz de eternos resplandores / a esta tierra de hidalguía, / la que con nuestro sudores / nos da el pan de cada día. // Luz a este pueblo que es Santo, / porque a nuestros muertos guarda, / y tiene por cielo el manto / de la Virgen de la Barda.




[i] Además de las recogidas en el texto de Manuel García Sesma, la Sociedad General de Autores de Euzkadi tenía registradas, en noviembre de 1998, las 209 piezas siguientes, por orden alfabético: A esta fiesta hemos llegado; A las Brigadas Navarras; A los Toros; Aipletas de Doña Fermina; Aires de Moncayo; Aja mi viejo; Al quiebro torero; Ya no me quieres; Ya se terminó la Fiesta; Ya te cogi; Ya torea Villalta; Ya viene el día; Yo no sufro más por ti; Yo te diría; Zabalza; Zadrin; Zurra Manchego; Villarito; Viva el Ejército Español; Viva la alegría; Viva mi pueblo; Viva mi tierra; Ya llueve poquito a poco; Ya me olvidaste; Suspiros de mi tierra; Te apartas de mi; Te vas y me dejas; Tesoro; Todo por España; Triqui; Tuli Tuli; Una señal te quedó; Urbina; Valor y arrogancia; Villarido; Santa Lucía; Santidrian; Secreto de Sixto; Si tu supieras; Siempre enamorado; Silvan; Sol argentino; Soñando en ti me despierto; Su entrada en Madrid; Sube y baja María; República Española; Requiebro; Roberto; Rufino el de la Fuerte; Rufino el de la Suerte; Rutillar; Rutillera; San Adrián; San Antonio se pondrá; Purificación; Qué Gaucho; Qué guasón; Qué infeliz; Qué ojos tienes; Que si quieres morena; Raimundico; Ramiro de mi querer; Ramoncito; Rayos de Luz; Redriles; Redule; Pelarica; Petunia; Pilarica; Pitos y Palmas; Por la Ventana he; Por tus versos mi recuerdo; Postijonesa; Prefiero tu amor; Punto; No me olvides por favor; No seas ingrata; No te olvidaré; No temas por eso; No tienes razón; No tires ingrata; Noche amorosa; Parala; Paridri; Pasticulo; Pelania; Mi amado; Mi cada; Micaela; Molina; Monina; Moquete; Morina; Mortillico; Motillico; Muy cerca de la fuente; Natividad; Marcelino, Marcelino; Mari Tovi; Maribel; Maroma; Martillico; Mary Tay; Me quieres por algo será; Me tienes loco; Melliza; Las miradas de Jacinta; Las penas de Juan; Las tres copas de Rufino; Levantate; Los consejos de Lober; Los reflejos de Elena; Los Santos de Mahoma; Los suspiros de Raimundo; Los tropiezos de la Patro; M Amoldo; Madre que viene el gaitero; Mal te veo Feliciano; Maquete; Jayan; Jilvan; José que alegre estás; Joselito de la Cal; La Maroma de Felipe; La Pastejonesa; La Roma de Felipe; La torna boda; La Vida de Fígaro; Las Brigadas Navarras; Las malas lenguas; Gayan; Gilvan; Gonzala González; Gratitud; Guinderica; Ilusión; Institnto; Intuido; Felipes; Felisin; Feliz despertar; Fetiche; Flamígero; Flor de la Ribera; Foenlo; Eladia de mi vida; Enchufes no; Engracia Josefina; Entre zarzas; Eres mi encanto; Es muy grande me querer; Espero a Villalta; Farala; Farola; Fascículo; Fascinado; Fe y esperanza; Don Juan López; Dulzuras de la Manana; Ecos de la Montaña; El ascensor; El chico de las gaseosas; El cisne; El golfo y el matón; El jardín del amor; El Santo de Perico; Crispulin; Cuplés de Fermin; De las Rosas; De tus labios un beso; Del oasis llegó Ricardo; Demetrio de la Portilla; Despierta Dolores; Difilo; Dofrines; Cerca de Aragón; Cerca de tu huerto estuve; Chiquitin enfermo; Chirloya; Chuletas empanadas; Cimarosa; Colección de Bailables; Con esperanza; Conesmón; Contigo al Cielo; Corrincho; Baño que me diste; Baridri; Boda de Sigarra; Bodas Hermenegilda; Boyorno a la Matina; Cantina de las Flores; Capullito, Capullito; Caricias de amor; Carita de Cielo; Cartagenera; Catachus; Amalio Andueza; Anda chiquito; Anda y díselo a tu madre; Angelita; Arbizu; Arriba España; Así me pagas; Así se baila; Asómate Dolores; Ay Manuela. Fuentes: Sociedad General de Autores. San Sebastián.

2 comentarios:

  1. La banda de mi pueblo, en Almería ha tocado tradicionalmente una de sus obras: Me quieres, por algo será
    Buscando información dado que se han perdido algunas de las partituras y estoy muy interesada en recuperarlas he dado con esta página y me ha parecido muy interesante. Agredeceria me pudieran decir como conseguir esa partitura para volverla a tocar. Tiene mucho valor sentimental.

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  2. Hola! Me gustaría ponerme en contacto contigo, es referente a Lorenzo Luis Yanguas

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